Alejandro Tamer, subsecretario de Reforma del Estado, se beneficia de lleno con la desregulación del mercado aerocomercial y el dólar barato.
Alejandro Tamer, empresario ligado al turismo y actual subsecretario de Reforma del Estado, atraviesa uno de sus mejores momentos. Con un dólar que el Gobierno se esfuerza por mantener planchado para contener la inflación, más de 6,7 millones de argentinos salieron del país entre enero y mayo, el número más alto en nueve años. Uno de los grandes beneficiados es Despegar, la agencia que Tamer cofundó en los ‘90 y de la que todavía conserva participación accionaria.
El impacto del dólar barato es evidente en este rubro. Por cada turista que entra al país, casi tres se van. Según cifras oficiales, el saldo negativo de viajeros ya supera los 4,3 millones de personas, y el déficit por turismo ronda los 3.500 millones de dólares. Este fenómeno, que enciende luces rojas en materia de divisas, es aprovechado por plataforma como la de Tamer.
Se trata de un hombre muy conocido en el mundo empresarial. Cofundador de Despegar y vinculado a fondos de inversión como Tiger Global, construyó su carrera en el sector privado antes de ser el número dos de Federico Sturzenegger, en en el plan de reformas para desregular el Estado. Desde su cargo impulsa un ajuste que recorta fuerte en áreas como turismo y cultura.
En los últimos meses, las aerolíneas vienen ampliando sus frecuencias, los vuelos llenando y los destinos como Brasil, Estados Unidos y el Caribe liderando las búsquedas. Con el mercado en expansión y el Estado en retirada, Tamer aparece en una doble posición privilegiada: desde el Gobierno impulsa el achique estatal, y desde el sector privado cosecha las consecuencias de un dólar barato que el Ejecutivo se niega a tocar.