Cerraron la sucursal de la mayorista en reclamo por un aumento pactado con la empresa que fue frenado por el Ejecutivo.
Este miércoles, empleados de la sucursal de Makro en Olivos iniciaron una medida de fuerza en medio de un conflicto salarial que viene ganando temperatura. La protesta fue registrada en un video que circuló en redes sociales, donde se los ve manifestándose dentro del local con carteles que exigen la aplicación “del total del acuerdo participativo”. Se trata de un aumento negociado con la empresa que supera la inflación, pero que el Gobierno se niega a homologar.
El punto de tensión radica en la imposición de techos salariales, una de las políticas centrales del gobierno de Javier Milei. Esta estrategia, orientada a contener los precios y anclar la inflación, ha sido duramente cuestionada por gremios y trabajadores que sienten que sus ingresos siguen perdiendo poder adquisitivo. En este caso, la propia empresa accedió a un acuerdo que iba más allá de ese límite, algo poco frecuente en el actual contexto económico.
Lo cierto es que Luis Caputo ratificó esta semana ante los mayoristas su intención de fijar un tope del 1% mensual a las subas salariales. El mensaje fue transmitido durante una reunión en la Secretaría de Comercio con representantes de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), a quienes se agradeció por no convalidar las listas de precios con aumentos de los proveedores. “No queremos que los aumentos salariales sean de más del 1%”, aseguró un funcionario durante el encuentro.
“No se puede negociar inflación, si no no se termina nunca”, repiten en el equipo económico, dejando claro que la prioridad es sostener el ancla salarial, incluso a riesgo de frenar acuerdos ya firmados.