La crítica de la vicepresidenta sobre la designación de Ariel Lijo en la Corte Suprema se suma a una serie de hechos que dan a entender que el vínculo entre ambos está fracturado
La relación entre Victoria Villarruel y Javier Milei sigue sumando más episodios que dan señales de rispideces. Este martes la vicepresidenta volvió a criticar la candidatura del juez Ariel Lijo a la Corte Suprema, que había sido promovida por Javier Milei. “No creo que haya sido la mejor elección y simplemente ha sido una candidatura controversial. Todos hubiéramos querido tener un candidato, que nos enorgullezca, con la suficiente rectitud, honestidad y la mejor sabiduría posible”, mencionó.
Villarruel ya se había manifestado su discrepancia en el asunto, al recibir en mayo a un grupo de magistradas de una asociación judicial que criticó al Gobierno cuando se conocieron sus candidatos para el máximo tribunal, ambos hombres. Eran la senadora cordobesa Alejandra Vigo, su par Mónica Silva y las juezas Susana Medina y Teresa Day, integrantes de la Asociación de Mujeres Jueces de la Argentina (AMJA).
La polémica de los cánticos racistas de la Selección Argentina contra los franceses también había dejado al desnudo las diferencias entre ambos. Si bien Milei respaldó al plantel albiceleste desde el inicio, la vice fue más allá y apuntó directamente contra la nación europea. “Ningún país colonialista nos va a amedrentar por una canción de cancha ni por decir las verdades que no se quieren admitir”, había deslizado Villarruel en su cuenta de X.
Este mensaje había caído mal en el Gobierno ya que se daba previo a una visita de Milei a Francia. Karina tuvo que viajar rápidamente a París para quitarle tensión al asunto. Esta discrepancia se explica por el sentido nacionalista de la vice, que se distingue del globalismo del presidente.
El episodio más mediático en la interna libertaria fue la visita de diputados a represores condenados por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar. Este hecho tiene como condimento agregado que generó varios enfrentamientos entre los propios legisladores del bloque.
Los más allegados a Milei atribuían este episodio como uno de los principales motivos de la pérdida de imagen positiva del oficialismo. “Lo voy a decir. Me rompe soberanamente las bolas. ¿Por qué carajo Victoria Villarruel no saltó?”, había dicho Lemoine, legisladora muy cercana al presidente.
El incremento de sueldo de los Senadores a 9 millones de pesos habilitado por Villarruel elevó la tensión del conflicto. “No sé quién fue el responsable de semejante burla pero quienes han avalado estos atropellos a los trabajadores sufrirán las consecuencias en las urnas cuando el pueblo se exprese mediante el voto”, posteó este lunes Milei en un claro mensaje contra Villarruel. Muchos atribuyen que la decisión de la vice fue un método para cobrarse las agresiones de la Casa Rosada y mandarle un mensaje directo a Santiago Caputo.
Ya cuesta encontrarlos juntos en actos públicos: Villarruel no se sumó al acto que encabezó Milei en el Regimiento de los Granaderos a Caballo. Durante la inauguración oficial de La Rural solo hubo un saludo distante y no se sentaron juntos. Tampoco la invitaron a la cena de camaradería que organizó Presidencia el viernes pasado en el Ministerio de Defensa. La tradición política argentina siempre tuvo tensiones y rispideces entre los presidentes y sus vices. Parece que el Gobierno de Javier Milei no es la excepción.