El Gobierno quiere ponerle un punto final a la interna entre el presidente Javier Milei y su vice, Victoria Villarruel. El mandatario nacional le pidió a su vocero, Manuel Adorni, que bajara la tensión al conflicto que nació por diferencias entre sí que ya no puede disimular. A su vez, dejaron trascender que los trolls se “fueron de mambo” en las redes sociales sobre el tema.
Milei es claro en su jugada. Él es quien quiere marcarle la cancha a Villarruel y delinear los tiempos de su “adoctrinamiento”. Por eso, le solicitó a Adorni y a los usuarios de la red social X que bajen un pie del acelerador. Con lo dicho, ya es suficiente.
Al Presidente no le gustan ciertas actitudes de la vicepresidenta. El hecho de hacer reuniones sin su consulta y el polémico tuit “poco feliz”, según él, en el que dijo que Francia era un país “colonialista” durante su defensa a Enzo Fernández, fueron algunos de los motivos que lo llevaron a estar cada vez más lejos de su compañera de fórmula.
Mientras tanto, Villarruel parece importarle poco todo lo que sucedió y arma su agenda propia. La titular del Senado irá a la Exposición Rural de Palermo antes que Milei, quien participará de la inauguración el próximo domingo. Desde el Gobierno deslizaron que no les molesta que concurra en otra fecha.
El Ejecutivo indica que no tienen inconvenientes con Villarruel, aunque en las declaraciones públicas del Presidente, y en los hechos, como cuando Karina Milei fue a ver al embajador de Francia para arreglar los platos rotos, queda claro que sí.
Uno de los temas que más molestó fue que, mediante un supuesto acuerdo con Mauricio Macri, le diera a un senador del PRO por Misiones, Enrique Martin Goerling Lara, la presidencia de la Comisión Bicameral de Inteligencia.
Qué dijo Adorni sobre la interna de Villarruel y Milei
En la conferencia de prensa del martes, Adorni se refirió a la interna entre Villarruel y Milei: “El tema generó un ruido mediático que no debió generarse. Es un tema en donde no estamos de acuerdo, hay opiniones personales entremezcladas con pasiones futboleras y pasiones de gobiernos”.
“No generó ninguna rispidez, solo fue un comentario que no representaba la decisión del Gobierno. Hizo más ruido que lo que fue, fue una pavada”, reveló el vocero presidencial que indicó que ambos “no hablaron en estos días”.
Y cerró: “No somos tres personas que gobiernan a la Argentina. Una persona da una opinión, otra da otra, y hay que tratar de desacartonarnos y respetar las opiniones libres”.