El mensaje fue transmitido por el ejército de trolls en X y replicado por los periodistas cercanos al gobierno.
La interna entre Javier Milei y Victoria Villarruel caló tan hondo que para el Presidente su vice ya no forma parte del Gobierno, aunque no la puede echar por una cuestión institucional. La confianza entre ambos está rota para el mandatario nacional a raíz de una serie de sucesos que en el último tiempo fueron expuestos en público.
El último fue la declaración en torno a los cánticos de Enzo Fernández contra Francia, por lo que Villarruel defendió al futbolista y tildó al país europeo como “colonialista”. Milei salió al cruce y su hermana Karina fue a la embajada para bajar la tensión y evitar un conflicto diplomático. Ese tuit “poco feliz”, según el economista, aún sigue fijado por su compañera de fórmula en 2023.
Quizás este hecho fue la gota que rebalsó el vaso y Milei ya cree que Villarruel lo hace a propósito. Durante el armado del espacio, antes de ser Gobierno, la titular del Senado ya mantenía reuniones secretas sin avisarle a quien había sido elegido presidente por los argentinos, algo que se repitió incluso en los primeros meses de gestión.
Según el relato que baja desde Presidencia, que lo repite Jonatan Viale y los trolls de la red social X, el aumento de los sueldos de los senadores, esas reuniones secretas y que lo haya llamado “jamoncito”, por ejemplo, fueron momentos que generaron distancia entre el mandatario y su vice, que hoy parece irremontable.
La relación entre Milei y Villarruel está rota
Sin embargo, la pelea fuerte comenzó luego que el Financial Times haya dicho en una de sus notas frases como “Vicepresidenta línea dura de Argentina busca reescribir su historia”; “Ella tiene su propio proyecto político”; “Está lista para correr a la presidencia en el futuro” y “Ella está lista… para cualquier cosa”.
De esa manera, Milei se encargó de correr a todo funcionario que no responda a su manera de ver la gestión. Con Villarruel no lo puede hacer para no traer conflictos institucionales. De hecho, muchos de los votos que lo llevaron a ser presidente los logró gracias a la narrativa de quien es hoy la titular del Senado.