Es por la deuda previsional que comenzará a ser pagada en 12 cuotas. Córdoba adhirió al blanqueo.
Durante el gobierno de Javier Milei, varios fueron los gobernadores que se aliaron al Ejecutivo, mientras quienes no lo hicieron sacaron poco provecho de sus búsquedas, un poco por la poca fuerza que tienen como posición y otro poco por la entereza que muestra la actual administración. Sin embargo, hay un hecho que muestra cómo se rompió la tendencia.
Se trata de un ejemplo vinculado al gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, quien consiguió que el Gobierno le reconozca ante la Corte Suprema una deuda con la provincia en su caja previsional de más de $60 mil millones, que comenzará a ser pagada en 12 cuotas.
Esto se concretó pero no de forma sencilla. Quienes estuvieron en las tratativas, aseguran que el mandatario provincial apuró al secretario de Hacienda, Carlos Guberman, durante la última mediación.
“Esto se termina acá hoy, basta de vueltas”, dijo Llaryora. A su vez, el secretario le respondió: “Bueno, está bien, pero lo vamos a firmar a la ANSES”. Esto motivo la furia del gobernador, que siguió: “No te vas un carajo. Lo firmamos acá y me importa poco lo que tengas para decir vos o Toto. Te quedás acá y firmás el acuerdo de mierda”.
Fue una gran victoria del mandatario cordobés, quien al salir del Palacio de Tribunales pidió que le sacaran 50 fotos. En las mismas se veía su sonrisa de punta a punta.
Se trata de la primera vez que un gobernador le hace frente de tal manera al Gobierno que le recortó el presupuesto y la obra pública a las provincias, sin tener el respaldo en el Congreso, donde LLA es minoría.








