Karina apura el nombramiento del jefe de Asesores como presidente de la empresa estatal de energía atómica antes que se lo fume el grupo Marlboro.
Caputismo y karinismo, dos de las tres vertientes que surgen del Triángulo de Hierro presidencial, se enfrentaron de manera pública (y como pocas veces) semanas atrás cuando Agustín Romo y Daniel Parisini -mejor conocido como Gordo Dan- apuraron a Demian Reidel por decir que la Argentina tenía una serie de ventajas para invertir, pero que “el único problema de Argentina es que está lleno de argentinos”.
“Lo mejor que tiene la Argentina son los argentinos, lo peor que tiene la Argentina son los kukas, que gracias a los argentinos no gobiernan más”, dijo Parisini, de fundamental ascendencia sobre los tuiteros y la línea dura libertaria en redes. “Vamos a volver a ser una potencia gracias a los argentinos”, volvió a aclarar Romo. La actuación de ambos personajes tuvo la venia de Santiago Caputo, ya que sabían que el físico y jefe de Asesores es íntimo de los hermanos Milei. Una jugada osada, porque generalmente todo lo que rima con Karina suele ser incuestionable. Pese a todo, el entredicho entre ambos terminó bien.
Días después, Reidel fue visto por Casa Rosada mirando unas nuevas oficinas que le habría reservado la hermana presidencial. También visitó el despacho de Caputo, con quien se reunió más de una vez. Eso sí, en el seno íntimo del asesor no escatiman palabras sobre el jefe de Asesores. “Es un vende humo, un chanta, un impresentable y un macrista de cuarta”, dijo una altísima fuente a la agencia informativa A1.
A pesar de la intifada caputista, es altamente probable que Reidel, respaldado por El Jefe, Karina Milei, pase a ocupar la presidencia de Nucleoeléctrica Argentina. Y detrás de él, algunos inversores como Amir Ansari de XPrize ya se frotan las manos.