El Tribunal Superior de Inglaterra y Gales falló a favor de la familia El Husseiny contra el banco Invest Bank, respaldado por el fondo buitre que quiere quedarse con YPF.
El Tribunal Superior de Inglaterra y Gales falló a favor de la familia El Husseiny y Virtue Trustees, su asesor institucional suizo en gestión patrimonial, en el marco de una larga batalla legal en el Reino Unido iniciada por el banco Invest Bank, propiedad del Gobierno de Sharjah, con el respaldo del financiador de litigios Burford Capital, quien reclama YPF, y sus asesores jurídicos PCB Byrne.
El litigio, que abarcó cuatro años y nueve jurisdicciones, surgió a raíz de acusaciones sobre que el empresario libanés Ahmad El Husseini fue garante de créditos otorgados a dos empresas de los Emiratos Árabes Unidos: Commodore Contracting Company y Al Tadamun Glass and Aluminium Company en 2015 y 2016, respectivamente.
El acusado sostuvo que esas garantías nunca se otorgaron y que los documentos que supuestamente lo evidenciaban eran falsificaciones. Luego, se dictó una sentencia en rebeldía contra Ahmad en Inglaterra.
Por esta razón, el banco lo demandó a él y a su familia para revertir varias transferencias de valor de Ahmad o sus empresas a miembros de su familia o sus compañías. Los demandados explicaron que las transferencias de activos no existieron o que se hicieron por la vía legal.
El Tribunal, de esta manera, le dio la razón a la familia. “Concluyo que el Banco no ha logrado probar ninguna de sus reclamaciones contra los Demandados, y, en consecuencia, se desestiman sus reclamaciones contra cada uno de ellos”, dice el texto de la sentencia del juez Justice Calver.
“Estamos agradecidos por la decisión del Tribunal Superior de hoy, que ha fallado inequívocamente a nuestro favor”, declaró la familia El Husseiny. “Invest Bank ha perseguido su despiadada demanda contra nuestra familia durante cuatro años sin descanso y en múltiples jurisdicciones. Siempre hemos sostenido que esta demanda inventada era totalmente falsa y hoy nuestra posición finalmente ha sido reivindicada”, agregó.
El banco intentó asfixiar económicamente a la familia para alcanzar un acuerdo y no lo logró. No fueron suficiente las más de 100 solicitudes y citaciones en nueve jurisdicciones que superaron la supuesta deuda de 19 millones de libras.
Por otro lado, se emitieron citaciones falsas en Nueva York, Dakota del Sur y California, en un intento ilegal de obtener registros financieros, información de Gmail y WhatsApp, y se contrataron investigadores privados para indagar en las vidas de los acusados, sus parejas e incluso sus hijos pequeños.