miércoles, 4 diciembre 2024

Un territorio rebelde refleja el riesgo de una nueva escalada bélica a nivel mundial

Se trata de un conflicto interno, Taiwán no es un Estado. La prenda de Estado Unidos para condicionar al gigante asiático.

La demostración bélica que desplegó China ante ambiguas declaraciones independentistas de la isla de Taiwán expone la tensión entre las potencias del mundo. En este caso, a diferencia del conflicto bélico en territorio ucraniano, no se trata de una tensión entre dos Estados. Se trata de un territorio rebelde.

La política de una sola China data de hace más de cuatro décadas, y es reconocida oficialmente tanto por Taiwán como por Estados Unidos.

Taiwán es la capital administrativa de la República Popular China desde que Japón perdió la segunda guerra mundial aliado de la Alemania Nazi. Tras la guerra civil que duró casi cuatro años, el Partido Comunista de Mao Tse Tung se impuso ante el Partido Nacionalista, que fue circunscripto a isla de Taiwán como parte del armisticio.

Es bajo la conducción del Partido Nacionalista, que nunca en su historia cuestionó la política de una sola China, es que surgen algunas fuerzas con pinceladas independentistas. “No son radicales, utilizan la independencia como factor de negociación” explicó el analista internacional Augusto Taglioni.

En paralelo, transcurren las décadas y China se impone como nueva potencia mundial. Es a partir de los 2000, que Estados Unido concentra sus preocupaciones en el gigante asíatico ante el incipiente reordenamiento multipolar.

En Taiwán hubo elecciones hace menos de un mes. Y es la primera vez que un mandatario rompe con la política de una sola China. A esto se sobreimprime la disputa por los mares.  En este caso la soberanía la disputa Filipinas. Tensión que capitaliza EEUU para determinar que se trata de aguas internacionales, argumentando que es por donde pasa el mayor volumen del comercio internacional, fundamentalmente barcos de petróleo y gas.

La injerencia de Estados Unidos en territorio chino es palpable. Su presencia en la isla complica la arquitectura de seguridad china sobre sus mares costeros.

Pero además apela a un argumento ideológico de bajo el paradigma de las democracias occidentales contra el “autoritarismo” del gobierno de Xi Jinping. “La demostración bélica de China obliga a Estados Unidos si quiere o no jugar en este terreno” afirma Taglioni.

Para este analista que se caracteriza por la moderación de sus interpretaciones “La situación de Taiwán es muy delicada” explica Taglioni que la isla “as la principal hipótesis de conflicto entre China y EEUU” y subraya “es la excusa para llevar a la guerra a las dos potencias del mundo”.

En rigor, Estados Unidos mantiene ambigüedad estratégica. Si bien el gobierno de Joe Biden sostiene la política de una sola China, advierte que defendería a Taiwán ante un desenlace bélico.

Taiwán principal productor semi conductores del mundo. Esto es clave para las economías de ambas potencias. Taiwán es un portaviones que no se puede hundir.

“Taiwán le sirve a Estados Unidos para presionar al gobierno China” indicó Taglioni que subrayó “Ocurre que para China, Taiwán es un problema existencial. Xi Jinping no va a permitirse pasar a la historia como el hombre que perdió la isla”.  Este analista consideró que en caso de enfrentamiento, China cuenta con su alianza estratégica con Irán y Corea del Norte.

El pasado viernes el Ministro de Defensa de la República Popular China Wu Qian acusó al líder de la isla separatista de promover “abiertamente la teoría de ‘dos Chinas'” y haber tratado “en vano de lograr la independencia mediante la fuerza militar y confiando en las fuerzas externas, empujando así a los compatriotas taiwaneses a una situación peligrosa de guerra”.

“Cada vez que el movimiento que apoya la independencia de Taiwán nos provoca, tenemos que ir un poco más allá con las medidas que tomamos en respuesta. Esto seguirá sucediendo hasta la completa reunificación de la madre patria”, ha alertado.

“A esto se le llama jugar con fuego, y aquellos que juegan con fuego terminan quemándose”, ha aseverado el portavoz del Ministerio de Defensa chino, Wu Qian, en el marco de la segunda jornada de maniobras militares puestas en marcha cerca de la isla en respuesta a los comentarios independentistas realizados por Lai tras jurar el cargo.

Asimismo, ha defendido que las acciones puestas en marcha por el Ejército chino, que continúa este viernes realizando maniobras en torno a Taiwán sirven para “poner a prueba la capacidad de combate de China en la zona”. “Esta medida tiene como objetivo combatir la arrogancia de la independencia taiwanesa y hacer frente a la injerencia extranjera y la intervención”, ha aseverado antes de afirmar que se trata de medidas “razonables, necesarias, legales y justificadas”.

“Taiwán es el Taiwán de China. Cómo resolver este asunto depende de los 1.400 millones de personas que viven en China y el Ejército defiende la soberanía nacional y la integridad territorial con acciones prácticas”, ha sostenido

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