Junto a otros seis efectivos a quienes se los acusa de conspirar en un un grupo de WhatsApp . El control político de Carlos Rovira.
El suboficial Mayor retirado Ramón Amarilla, quien es vocero de la mesa de diálogo policial y una persona importante durante la revuelta de los trabajadores en Misiones en mayo pasado, fue detenido luego de ser acusado con otros seis agentes por “sedición y conspiración”, en el marco de una investigación en la que se encontraron mensajes que señalaban que iban a organizar un incendio de malezas y patrulleros.
La denuncia la realizó un oficial ayudante de la fuerza, quien había recibido un llamado de un camarada de su mismo rango para indicarle que querían tomar la Jefatura de Policía, en Posadas. Luego, tres días más tarde, se comunicó con él nuevamente para pedirle que se sumara a la protesta.
El juez de Instrucción 3 de Posadas, Fernando Verón, ordenó la detención de Amarilla el lunes. Durante el operativo se secuestraron algunos elementos de relevancia en la causa, incluido su celular.
El dispositivo móvil fue peritado por la Secretaría de Apoyo a Investigaciones Complejas (SAIC) del Poder Judicial, que encontró un grupo de WhatsApp en el que Amarilla y otros efectivos organizaron algunos delitos para “forzar la salida de los cuarteles de bomberos de las autobombas y así, en el lugar de los hechos, robarlas para bloquear avenidas y calles”.
De esa forma, buscaban conseguir una amnistía administrativa y judicial tras el acampe frente al Comando Radioeléctrico en mayo pasado. Además pedían un aumento salarial de más del 5% que anunció la Policía.
La Policía dijo que esos efectivos “tendrían entre sus planes destituir a la cúpula policial y generar malestar en la ciudadanía misionera”.
Seis de los siete efectivos fueron detenidos rápidamente. Amarilla se entregó por sus propios medios luego de que fueran a su casa para capturarlo y este no estuviera.
En Misiones, Carlos Rovira mantiene el control político de la provincia, algo que no es habitual. Por lo general, los gobernadores son traicionados por sus defines. Los dos que tuvo Rovira le reconocieron el poder sobre la jurisdicción, algo que él no hizo con Puerta anteriormente.