No se trata de una cuestión menor. Es la ventanilla que dará o no “el ok” a miles de millones de dólares.
El Ejecutivo reglamentó este viernes el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones que fue aprobado en la Ley Bases y los empresarios que desembolsen más de 200 millones de dólares ya tienen los beneficios libertarios. El texto tiene 97 páginas que están siendo estudiadas y necesitó de un gran despliegue de estudios jurídicos para que fuese una muralla muy difícil perforar.
El Gobierno de Javier Milei busca fomentar proyectos donde los ingresos, durante los primeros 3 años, no superen el 30% de la inversión total, que debe ser mayor a los 200 millones de dólares. Sin embargo advierten que debido a esto la mayoría serían inversores extranjeros, aunque “no es excluyente para la industria nacional”.
A partir de la reglamentación del decreto 749/2024, el Ejecutivo proyecta hasta triplicar el nivel de las exportaciones en una década a través de una serie de beneficios impositivos, aduaneros, y cambiarios, de forma de poder competir con los regímenes que existen en la región y en el mundo.
En ese sentido aseguraron desde la Rosada que está previsto que algunos de los sectores alcanzados por la medida sean: la foresto industria, el turismo, la infraestructura, la minería, la tecnología, la siderurgia, la energía, el petróleo y gas.
Estos sectores tendrán un plazo de dos años para adherirse desde la entrada en vigencia del Régimen y podrán adherirse los vehículos de proyecto único que sean titulares de una o más fases de un único proyecto que califique como ‘Gran Inversión’, las cuales deberán tener por único y exclusivo objeto llevar a cabo una o más fases de dicho proyecto.
Según el gobierno libertario, el RIGI representa “una gran oportunidad para impulsar el desarrollo de territorios que hoy no tienen servicios de ningún tipo” e insistieron en que permitirá generar trabajos e impulsará la aparición de pymes proveedoras de bienes y servicios en distintos sectores económicos.
La iniciativa de crear un régimen diferencial que es distinto al que existía hasta hoy y apunta a que en algún momento el régimen general impositivo argentino se vaya acercando a lo que hoy se propone como RIGI.
“El RIGI le puede dar un impulso a la economía, a las inversiones, al empleo y dejar atrás la decadencia en la que estamos inmersos en la Argentina”, comentaron desde el oficialismo.