El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, celebró que en junio, por sexto mes consecutivo, se obtuvo superávit financiero. No obstante, la otra cara de la moneda muestra que la deuda pública nacional llegó a un nuevo máximo en el mismo período, producto en gran parte por la migración de pasivos del Banco Central al Tesoro.
“Junio cerró con superávit financiero de $238.189 millones de pesos. Sexto mes consecutivo“, expresó el titular del Palacio de Hacienda en su cuenta de la red social X.
Y agregó: “Superávit financiero logrado además atendiendo los más vulnerables. En 2023, déficit fiscal, emisión monetaria y ajuste bestial en jubilaciones y AUH. En 2024, superávit financiero récord y con aumentos reales en jubilaciones y AUH”.
El Gobierno cumplió una vez más con su promesa de lograr el equilibrio fiscal a pesar de que la recaudación haya caído un 14% en términos reales. Se consiguió por el empuje del superávit primario de $488.569 millones y de intereses de la deuda pública neto de pagos intra-sector público, que llegaron a los $250.380 millones.
Cómo está la deuda pública nacional
Según los registros de junio, la deuda pública nacional llegó a números récord. Son US$442.505 millones, entre los que US$440.062 millones se ubican dentro de los de pago normal. Se trata de un aumento del 1,58%, es decir, US$6.840 millones.
El mismo fue motivado por la suba de US$387 millones de la deuda en moneda extranjera y de US$6453 millones emitida en moneda local. Esta última sigue en pleno ascenso debido a la diferencia que hay entre la inflación y la actualización del tipo de cambio oficial y las migraciones de pasivos del BCRA al Tesoro.