El cardenal argentino que votó en el cónclave es jesuita e hincha de Belgrano de Córdoba.
Mientras el mundo católico ponía los ojos en Roma para conocer al nuevo Papa —el estadounidense Robert Prevost, ahora León XIV— algunos pusieron la lupa en uno de los cardenales electores con perfil propio. Se trata de Ángel Rossi, jesuita, teólogo e hincha declarado del Club Atlético Belgrano, pasión que no oculta ni siquiera entre los muros del Vaticano.
En abril de 2023, el cardenal cordobés sorprendió a dos curas desde el palco del Gigante de Alberdi. Allí les dijo con picardía: “Muchachos, yo también estoy en la cancha. ¿Por qué no me avisaron que iban a venir, así los hacía entrar conmigo?”. Esa noche, Belgrano venció 2-0 a Huracán, y Rossi celebró como un hincha más. Lo había invitado la dirigencia del club, que incluso le otorgó el carnet de socio honorario por su vínculo genuino con el club.

“Nací en Alberdi, por eso soy bien celeste”, explicó alguna vez el prelado. “La simpatía por Belgrano fue una decisión, no una imposición”, contó en una entrevista radial, y hasta bromeó luego de ser nombrado cardenal por el Papa Francisco: “Ahora me visto de rojo pero no me paso a Independiente. Voy a seguir siendo de Belgrano”.
Aunque los rumores lo posicionaban como un posible sucesor de Bergoglio, Rossi tomó distancia con humor: “¿Yo? De papa frita puedo ir”. Lo cierto es que fue uno de los 136 cardenales con derecho a voto en el reciente cónclave que consagró al nuevo Pontífice. En la previa, pidió que quien fuera elegido “tome el legado de Francisco” y lo continúe “con gestos y palabras fuertes”.