Era la única empresa pública con oferentes pero saltó un pasivo que pone en riesgo la operación. Pasados once meses de gestión, el gobierno aún no logró concretar ni una privatización.
El Gobierno de Javier Milei busca privatizar la mayor cantidas de empresas públicas. DE todas las que tienen colgdo el cartel de venta, IMPSA era la que estaba más cerca de concretar la operación. La única que tenía oferentes.
Sin embargo, las millonarias deudas y los balances negativos de la misma podrían entorpecer la operación y que su venta se caiga definitivamente, algo que desde la actual gestión no contemplaban a esta altura del año.
IMPSA posee una deuda de u$s 500 millones, por lo que, quien la compre, deberá reestructura esa deuda. El documento enviado por el Directorio de la compañía a la Comisión Nacional de Valores (CNV) indica que su patrimonio neto al 31 de diciembre de 2023 fue de $37.640.751.000, mientras que al 30 de septiembre pasado cayó a $18.993.803.000.
Por otro lado, agregaron que la pérdida del ejercicio, que se elevó a $56.634 millones, se debió a los costos financieros, que subieron a $22.984 millones, y al impuesto a las Ganancias por el tributo diferido y la provisión del mismo a la s ganancias del período, que fue de $36.677 millones.
“Ambos factores incidieron de forma negativa y determinante sobre el patrimonio neto positivo que mantenía la Sociedad al 31 de diciembre de 2023“, agregaron.
Por otro lado, dijeron que la devaluación del peso respecto del dólar durante este período fue del 20,04%, al mismo tiempo que el índice de precios al consumidor a nivel nacional publicado por el INDEC creció para el mismo lapso en un 101,64%.
“Esta enorme dispersión en las variables económicas impactó de manera negativa y muy significativa sobre el cálculo del ajuste por inflación impositivo en la provisión del impuesto a las ganancias y, por lo tanto, sobre el monto del rubro Pasivo por impuesto diferido”, sumaron.