Dicen que Caputo prefiere a Kamala. El gobierno ya tiene interlocutor ante un posible triunfo demócrata. Martin Guzmán se ilusiona con protagonizar la escena.
La expectativa del gobierno argentino sobre los resultados de las elecciones en Estados Unidos es intensa.
La administración de Javier Milei ve en esta elección una oportunidad para redefinir su relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y su posicionamiento en la economía global.
En los círculos cercanos al Ministerio de Economía, los rumores apuntan a que la preferencia de Toto Caputo recae sobre la candidata demócrata, Kamala Harris, en gran parte debido a la opinión de la segunda del FMI Guita Gopinath.
Se dice que Gopinath habría compartido con funcionarios de alto nivel, como el ministro de Economía y Santiago Bausili, presidente del Banco Central, que una administración demócrata facilitaría el acceso a los fondos necesarios para mantener la economía argentina en marcha.
La experiencia de Caputo con la administración de Donald Trump dejó una marca profunda. Según allegados, las tensiones con Steven Mnuchin, exsecretario del Tesoro y cercano al candidato republicano, fueron notorias durante el gobierno de Mauricio Macri.
Mnuchin y Caputo no lograron establecer una relación funcional, y la falta de cooperación obstaculizó muchas gestiones que requerían del apoyo estadounidense para destrabar fondos del FMI. En este contexto, la idea de un posible regreso de Trump despierta reticencias y una especie de “déjà vu” de un período turbulento para la Argentina en la arena financiera internacional.
Por otro lado, un eventual triunfo de Kamala Harris ya tiene planes de respaldo. Se conoce que Alejandro Spinello, experimentado en diplomacia y cercano a ciertos sectores del Partido Demócrata, fue identificado como el interlocutor para facilitar un posible vínculo con la administración Harris. Spinello es un nombre respetado en los círculos diplomáticos y financieros y se considera que podría ser un aliado clave para garantizar una relación fluida con Washington.
Pero el entusiasmo no es exclusividad de Gopinath y Caputo. Martín Guzmán, exministro de Economía y figura destacada en el mundo académico de la economía, tiene motivos personales para celebrar una victoria demócrata.
Conectado desde hace años con figuras del Partido Demócrata y con una relación cercana con economistas prominentes de ese espectro político, Guzmán en privado anticipa que una administración Harris podría cambiar el rumbo de las tensiones actuales.
En confidencias, ha comentado que, si Harris triunfa, una fila de funcionarios que en el pasado lo miraron con recelo o incluso desdén podría arremolinarse en su puerta buscando su bendición para las nuevas gestiones con el FMI.
El equipo económico y sus asesores tienen claro que, más allá del color político que triunfe en Estados Unidos, el gobierno argentino se enfrenta a decisiones financieras delicadas. Para la Argentina, el desenlace de estas elecciones marcará el tono de una nueva etapa de negociaciones, donde cada contacto y cada aliado puede ser decisivo.