El gobernador de neuquino Rolando Figueroa y Horacio Marin presidente de la petrolera reivindicaron el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones contenido en la Ley Bases.
El RIGI es uno de los grandes protagonistas de esta etapa del debate en torno a la Ley Bases. Se trata de un capítulo por demás polémico. Esta bajo observación del GAFI por no cumplir con normas de seguridad básicas contra el lavado de activos. Los empresarios locales advierten sobre la competencia deslear y el industricidio. Lo defienden el sector de hidrocarburos y la minería. De hecho se aprobó en diputados gracias al acompañamiento de los legisladores peronistas de Catamarca.
El RIGI no distingue partidos políticos, mas bien sectores. Apunta a captar fondos trasnacionales para proyectos superiores a USD 200 millones. A cambio, Argentina concede una reducción fenomenal de la carga impositiva, estabilidad cambiaria, acceso a dólares, reparto de dividendos y libre exportación a cotización internacional. Además, la jurisdicción para la resolución de controversias es extranjera. Por último cabe agregar que no dedica ni un solo párrafo al desarrollo local de proveedores y cadena de valor. Nadie niega que el objetivo es la explotación de materias primas.
El debate se pone aún más interesante porque Marin y Figueroa dan un paso más allá y avanzan sobre un desarrollo clave: el GNL. Ambos coinciden en que el financiamiento necesario para el desarrollo industrial y la infraestructura indispensable para capitalizar el gas de Vaca Muerta dependen de este régimen.
La cuenca neuquina cuenta con recurso en abundancia. Es la segunda reserva de shale gas del mundo. Sobra para cubrir la demanda local: cuenta con un potencial exportable capaz de revertir la ecuación económica de la argentina. Pero en estado gaseoso solo es útil en tanto sea inyectado en un gasoducto, con lo cual, sin infraestructura, son dólares que se están venteando.
Lo cierto es que la empresa estatal malaya Petronas tiene en carpeta un proyecto de licuefacción del gas neuquino presupuestado en USD 50.000 millones en diez años. De hecho el ex ministro de Economía Sergio Massa le firmó un decreto hecho a medida para esta compañía. “Un espejo del tan criticado decreto Chevron del 2014 que posibilito arrancar Vaca Muerta, y diez años despúes tenemos que ponerle una velita” expresó a este medio una fuente de YPF.