Se trata del estudio jurídico donde se redacta la reforma laboral. Brouchou, radicado en Uruguay, renunció hace años y pide que no lo nombren más.
Enrique “Nete” Bruchou está muy enojado porque, pese a que ya pasó tiempo de haberse ido del estudio que compartía con Funes de Rioja, su apellido todavía sigue figurando en el nombre del mismo, mientras se discute la letra chica de la reforma laboral, entre otros temas.
Bruchou se fue del estudio y del país. Tras permanecer mucho tiempo dentro del mismo, se hizo a un costado después de separarse de su pareja y se radicó en Punta del Este, Uruguay.
Mientras todo esto sucede, el estudio Bruchou-Funes de Rioja avanza con el proyecto de reforma laboral que ingresará al Congreso por el Senado en febrero. Los empresarios quieren ponerle un tope a las indemnizaciones laborales que tengan los contratos regidos bajo la nueva norma.
Manejado solo por el titular de la UIA, también fue cercano al Gobierno en el pasado, cuando dejó sus marcas en el archivo de Word que fue la base de la Ley Ómnibus. Ahora, la tarea de redactar la nueva reforma fue delegada a sus dos hijos, Ignacio y Rodrigo.
El texto hecho a pedido de Daniel Funes de Rioja choca con el ya conformado por Federico Sturzenegger y el secretario de Trabajo, Julio Cordero, quienes armaron un borrado junto con especialistas de la Universidad de San Andrés.
El titular del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado considera de la ultraactividad es clave para la caja de los gremios, de modo que caerían las cláusulas que sirven para recaudar y aumentaría el costo laboral.
Así, desea incluir la democratización sindical en la reforma, aunque el Gobierno iría a la guerra con los sindicatos.








