Los jefes comunales del espacio amarillo, lejos de querer reconstruir su identidad, prefirieron dar el salto. Muchos no superaron el 1% en las urnas.
Córdoba mostró una vez más su fuerte acompañamiento al gobierno de Javier Milei. En las elecciones legislativas nacionales quedó claro que a las listas de Oscar Agost Carreño (PRO) y la de Héctor Baldassi (Ciudadanos) no les fue como esperaban y el votante amarillo le soltó la mano al espacio conducido por Mauricio Macri para pasar a La Libertad Avanza.
En ese marco, alguno de los dirigentes del espacio amarillo entraron en la diyuntiva de si se disuelven definitivamente y dan el salto a LLA o si van hacia una reconstrucción de su identidad.
Quienes se inclinaron por ir hacia las filas libertarias tal como hizo Patricia Bullrich fueron algunos intendentes cordobeses, quienes se mostraron contentos en declaraciones públicas con el resultado que arrojaron los comicios.
Uno de ellos fue Facundo Manzoni, intendente de Viamonte, en el departamento Unión, donde LLA sacó el 41,68% frente al 0,54% del PRO. “Gobierno de Córdoba: “Corromper voluntades de dirigentes con la billetera no te asegura victorias”, expresó en X al tiempo que incluyó emojis de una cara arrojando beses y una mano saludando.
Situaciones similares ocurrieron en Anisacate, de Natalia Contini, donde los violetas consiguieron el 41,66% de los votos contra el 0,58% de los amarillos. En Porteña, bajo las órdenes de Nora Passero, el partido oficialista nacional obtuvo el 50,09%, mientras que el PRO, el 1,80%.
A estos casos se suman los de Colón, Mendiolaza, de Adela Arnig, donde La Libertad Avanza arrasó con el 50,64% contra el 0,83% del PRO. Y Villa Allende, de Pablo Cornet, que logró el 54,28% sobre el 0,99%. Ellos, sin tanta euforia se mostraron alineados con las ideas que pregona el presidente Javier Milei.








