Joaquín Basanta, un empresario de perfil bajo pero con un estilo de vida lujoso, concentra sospechas de ser la cara visible de una estructura de poder y negocios en Misiones
Desde hace algunos años, Joaquín Basanta se mueve como un joven de billetera inagotable. No aparece en los medios, ni en actos públicos, pero en las redes y en los círculos sociales más exclusivos su presencia es inconfundible. Fue conocido en el norte de Buenos Aires por salir con mujeres del ambiente del diseño y la moda, a quienes invitaba a París en jets privados, financiaba con tarjetas extendidas y regalos millonarios, y hasta les compraba marcas de ropa para administrar como si fueran startups propias.
En Ibiza alquilaba casas con vista al mar y barcos para sus amigos. Su estilo de vida, más cercano al de un magnate de Silicon Valley que al de un empresario agroindustrial argentino, empezó a levantar sospechas. “Ves los pergaminos del pibe y no da por ningún lado”, deslizó una fuente que conoce el círculo social del empresario.
El escándalo inició cuando su nombre comenzó a vincularse con Agro Sustentable SA, una firma beneficiada por millonarios contratos con el Estado misionero. Según revelaron investigaciones recientes, su empresa participó de una operación que desvió más de $500 millones del Fondo Especial del Tabaco (FET) para distribuir un bioherbicida trucho, promovido como una revolución agroecológica. El producto fue distribuido sin aval del Senasa ni estudios técnicos, en un procedimiento express aprobado por funcionarios cercanos al exgobernador Carlos Rovira. Poco después, Basanta apareció ligado a otras marcas registradas junto a Ramiro Rovira, hijo del funcionario misionero.
En paralelo y con apenas un puñado de registros impositivos, Basanta multiplicaba gastos que, a simple vista, no podían explicarse por la actividad de su compañía. Llevaba a ingenieras agrónomas a Misiones en jets privados, les pagaba cifras desproporcionadas por asesorías en productos que no contaban con validez científica, y compraba o financiaba emprendimientos vinculados al diseño, el branding y la moda.
Para muchos en el ambiente, su rol no es el de un empresario genuino, sino el de un testaferro o facilitador que mueve dinero a nombre de otros. Mientras tanto, en Misiones, la pobreza estructural se profundiza y el descontento crece entre los productores tabacaleros, que siguen reclamando el pago de fondos que nunca llegaron.