La compañía anglo-holandesa reemplazará a Petronas, que se bajó del proyecto luego del conflicto Milei-Kicillof
Hace casi un mes se firmó en la sede central de la Royal Dutch Shell, en la Haya, un acuerdo para que la petrolera anglo-holandesa reemplace a la malaya Petronas en su sociedad con YPF para avanzar en la mega inversión para producir gas natural licuado con el fluido extraído de Vaca Muerta. De ejecutarse, el plan marcará un hito no sólo en la historia de la compañía argentina y el sector de hidrocarburos, sino también para toda la economía.
Se trata de un proyecto de licuefacción de gas natural de gran escala que se desarrollará con los recursos de la cuenca neuquina para exportar gas natural licuado a distintos mercados del mundo. Este plan, llamado “Argentina LNG”, comenzará con dos unidades de licuefacción flotantes y luego ampliará su capacidad con la construcción de una planta modular terrestre que estará ubicada en la localidad de Sierra Grande, Río Negro.
En una primera etapa, la capacidad alcanzará para licuar 10 millones de toneladas al año, y demandará una inversión total de USD 30.000 millones.
Previamente al acuerdo, en septiembre Petronas había decidido bajarse del proyecto sin una explicación oficial. Se especula que este giro se dio por factores relacionados a la incertidumbre macroeconómica y al cambio arbitrario de la ubicación del proyecto por razones políticas internas. Las malas lenguas indicaron además que podría tratarse también por el posible alineamiento de Javier Milei con Israel, en contraste con la postura pro-palestina de Malasia.