La aparición de las billeteras virtuales y las regulaciones a favor de su uso generó un cambio de paradigma a la hora de ejecutar pagos
El uso del pago digital vivió una gran expansión en el 2024, que se explica por un lado por la aparición de nuevos servicios destinados a este fin y también por la postura del Gobierno, tendiente a reducir el uso del efectivo. Durante los primeros diez meses del año pasado se hicieron 10.100 millones de transacciones electrónicas, que incluye transferencias, tarjetas y débitos que ofrecen bancos y fintech.
Las transferencias electrónicas crecieron un 97%, mientras que los pagos QR un 53%. Las regulaciones que se fueron adoptando estimularon el crecimiento de su uso. Entre ellas, la eliminación de retenciones impositivas a cuenta, o la obligación de los comercios de acercar la terminal POS al cliente para que no pierda de vista su tarjeta e incluso la propina digital.
En medio del auge del pago digital, se encuentra la pelea por la imposición de la interoperabilidad de los pagos QR con tarjeta de crédito, que obliga a todos los lectores QR a aceptar pagos de todas las tarjetas sin importar qué billetera estén cargadas.
Este conflicto tiene a dos grandes jugadores del rubro; por un lado, Mercado Pago y por el otro MODO, propiedad de los bancos. Se espera además otra pelea próximamente, que promete tener a Visa como principal candidata a posicionarse como líder absoluto de los pagos en cualquier formato.