Para la entidad, el tipo de cambio está atrasado y utiliza ese argumento como condición para un desembolso
En una semana complicada desde lo político, el Gobierno logró mostrar un nuevo activo: la baja del dólar paralelo y de los dólares financieros. Este viernes el blue cerró en $1195 para la venta, su valor mínimo en casi cinco meses. La última vez que había estado por debajo de los 1.200 fue el pasado 20 de mayo, cuando cotizó 1.180 para la venta.
¿Cómo logró el Gobierno controlar el dólar? La mayoría de los analistas financieros atribuyen al blanqueo como el factor más determinante. Según Federico Zirulnik, “parte de los activos blanqueados van a comprar títulos públicos”. Eso hace que los precios de los bonos soberanos suban, y por tanto, influyan sobre las cotizaciones de los dólares paralelos.
Lo cierto es que la liquidez que genera el blanqueo incrementó la oferta de dólares en el mercado financiero, en un contexto donde la demanda es baja producto de la poca cantidad de pesos que hay en circulación.
Para Joel Lupieri, socio fundador de Epyca Consultores, a esto hay que sumarle el atraso cambiario que está propiciando el gobierno con una devaluación del oficial menor a lo que es la inflación interna. “La especulación que se podía haber esperado en un momento de un salto cambiario, el gobierno la está morigerando y aniquilando a través de una devaluación muy escueta”, explicó en diálogo con Mosca.
No se sabe a ciencia cierta cuanto tiempo pueda extenderse este “veranito financiero”. Según Lupieri lo más probable es que se prolongue mientras dure el blanqueo, que tiene como fecha límite el 31 de octubre.
No todas son buenas; la negociación con el FMI en relación a la novena revisión continúa tensa. El Gobierno, que busca recibir algún desembolso para pagar los próximos vencimientos, cumplió la meta fiscal pero no logró lo mismo con la acumulación de reservas.
Según pudo averiguar Mosca, Luis Cubbedu, el nuevo negociador del organismo, le pidió como condición a Caputo que devalúe, ya que considera que el tipo de cambio esta atrasado. No solo eso: le exigió conocer cómo y cuándo se hará la unificación cambiaria. Además, consideró que el presupuesto “es un dibujo”.
Si bien el Gobierno logró achicar la brecha hasta un 20% y el golpe podría ser más leve, tomar esa medida con los niveles actuales de actividad representaría para el Ejecutivo un sacudón que le haría perder su principal activo que es la desaceleración de la inflación.