Las empresas de transporte público están disconformes con la decisión del Gobierno. El boleto pasará a costar más de $600.
El Gobierno decidió quitar el subsidio a partir del 1° de septiembre a 31 líneas de colectivo de jurisdicción nacional, que realizan su recorrido solo en la Ciudad de Buenos Aires. Por ese motivo, el boleto aumentará $300 o el servicio del trasporte público deja de funcionar.
De esta manera, el costo del boleto de esas líneas es de $863, según informaron desde el Gobierno porteño, y el pasajero paga unos $371. Ese monto es resultado de los subsidios de la Nación ($271) y de la Ciudad ($221).
Al quitar los $271 de Nación el boleto de los colectivos pasará a ser de $642. Esta decisión no solo afecta al bolsillo de los pasajeros, sino que también generó malestar en la gestión de Jorge Macri, como así también en las empresas de transporte público.
La frecuencia de las 31 líneas de colectivos se verá reducida desde el 1 de septiembre luego del anuncio de la Secretaría de Transporte de la Nación para sacar los subsidios a servicios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Esta medida será visible mayormente en los horarios nocturnos y de fin de semana, solo en aquellas líneas que circulan por la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires.
“Lo que vamos a hacer es reducir los servicios nocturnos como una forma preventiva de evitar una parálisis total”, expresó el presidente de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), Luciano Fusaro.
“Las 31 líneas de colectivos que recorren el territorio de la Ciudad de Buenos Aires dependen directamente en todo del Gobierno Nacional. Nunca se realizó la transferencia. Si sacan el subsidio, deberán tomar la decisión de aumentar las tarifas. No es razonable que le exijan a las empresas continuar brindando la misma calidad del servicio con la tarifa actual, sin contar con el subsidio nacional. Pero es una decisión del gobierno nacional”, expresó la Ciudad a través de un comunicado.
“El Gobierno Nacional pretende dejar de aportar a los subsidios de las 31 líneas de colectivos que circulan por la Ciudad, pero mantener el poder de fiscalización de todo el servicio y fijar las tarifas y los montos de las compensaciones, que pretende que sean soportadas por la Ciudad. Es decir, la Nación decide todo y quiere que la Ciudad pague las consecuencias de sus decisiones”, sumó.