Declaró en el juicio por el intento de magnicidio, reveló las consecuencias familiares que trajo y sostuvo que atrás de “la bala que no salió” está el poder económico concentrado.
La expresidenta contó su parte de la historia y resaltó que el hecho fue la consecuencia de años de persecución y ataques por parte de lo que denomina el “partido judicial” y los medios de comunicación hegemónicos.
Cristina brindó su testimonio frente al tribunal -con los tres imputados en la sala- durante una hora y media, en la que respondió preguntas y aseguró que quienes están siendo juzgados no son los ideólogos del atentado.
A su vez destacó que la violencia que se ejercía en su contra -la cuál según sus palabras derivó en el arma de Sabag Montiel-, era de carácter político pero también de género, “no soy feminista pero tampoco soy estúpida” lanzó.
En ese sentido desempolvó un término que ya había utilizado y advirtió, “para mascota del poder no serviré nunca”.
“Nunca se me ocurrió que en Argentina democrática podría haber un atentado, bastante ingenuidad la mia, debería haber observado los cambios de época”, manifestó la dirigenta.
A la vista de Sabag, Uliarte y Carrizo planteó que hoy existen “personas muy grises, que existen sólo a partir de que los repliquen en redes, son seres absolutamente intrascendentes y cuánto más intrascendente son más violentos se ponen porque a partir de la violencia creen que pueden ser protagonistas”.
Cristina también puso en el foco de la discusión tanto al diputado Gerardo Milman como a la ministra de seguridad y ex titular del Pro, Patricia Bullrich (quién al día de la fecha no ha condenado el hecho).
Sobre el legislador exigió que se investigue la pista que lleva su nombre en relación a una posible vinculación política del atentado y recordó el pedido de informe que realizó acerca de su custodia pocos días antes del 1° de septiembre, que cerraba con una frase que repitió de memoria: “Sin Cristina, hay peronismo. Sin peronismo sigue habiendo Argentina”.
Por su parte consultada acerca de si le sorprende que Bullrich no se haya expresado tras casi dos años respondió, “¿conociéndola como la conozco desde que era muy joven? No, de ella no me sorprende nada”. También subrayó que la eliminación de la información que se encontraba en los celulares de la secretarias de Milman se dio en las oficinas de la funcionaria.
La ex mandataria relató algunas de las consecuencias qué trajo aparejado el atentado, “me fui de mi casa, aumentaron los cuidados” y profundizó en el plano familiar, “el temor de mis hijos y de mi nieta que tenía que salir del cuarto acompañada porque tenía miedo que la mataran, una familia que sufre eso claro que tiene consecuencias”.
En ese sentido indicó que existe “una doble revictimización” y explicó, “primero tengo que demostrar que no tuve la culpa de que quisieran matarme, lo que es ridículo, y dos la invisibilización de todo este procedimiento, de que solo estamos frente a los autores materiales hoy sentados acá pero no están los autores intelectuales ni los financiadores”.
CFK concluyó que “esto más que un reclamo mío, debería ser una deuda qué tiene que saldar (el poder judicial), no conmigo, con la democracia y creo que con toda la gente que de alguna u otra manera cree que la política sigue siendo un instrumento para cambiar la vida de la sociedad y que no puede ser refugio de gente que piense que la política sirve para matar, para estigmatizar”.