El gobernador catamarqueño selló un pacto con el gobierno para fracturar a la oposición a cambio del control de Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio, una histórica empresa minera estatal
La ruptura del bloque opositor de Fuerza Patria tiene precio y nombre propio. Se trata del Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD), una histórica empresa minera estatal que el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, negoció directamente con la Casa Rosada.
El arquitecto de este acuerdo fue Diego Santilli. El diputado, que se convirtió en el principal operador político de Karina Milei, mantuvo reuniones reservadas con Jalil en la Ciudad de Buenos Aires previo al anuncio de la ruptura. El pacto se cerró sobre una transacción de poder, donde el gobernador garantizó la gobernabilidad y el vaciamiento del bloque peronista en el Congreso a cambio del control del directorio de YMAD.
La maniobra le permite a Jalil consolidar su propio RIGI provincial y reiniciar las operaciones en el yacimiento Bajo La Alumbrera de la mano de la multinacional Glencore, reeditando un esquema de negocios que recuerda a los años 90. La decisión del gobernador de jugar a fondo con el gobierno libertario le asegura oxígeno fiscal y recursos directos, vitales ante la caída de la coparticipación.
Desde la óptica de la Casa Rosada, la operación es un éxito rotundo. Javier Milei logró despegarse de la necesidad de negociar ley por ley y avanza sobre los escombros de una oposición fragmentada. La fuga de los legisladores catamarqueños, sumada a los aliados del PRO y la UCR, acerca al oficialismo al número mágico de 95 diputados propios, blindando su agenda de reformas para un diciembre que se anticipa caliente.







