La Secretaria General de la Presidencia desplazó a Santiago Caputo de la negociación por las vacantes en el Poder Judicial.
Karina Milei decidió cruzar una frontera decisiva en su construcción de poder y busca quedarse con el control directo de los tribunales. La hermana del Presidente, hasta ahora concentrada en el armado político y administrativo de La Libertad Avanza, comenzó a disputar la interlocución con el Poder Judicial.
Se trataba de un terreno que desde el inicio de la gestión parecía reservado casi exclusivamente a Santiago Caputo. La maniobra responde a una necesidad de blindar la gestión y, a la vez, asegurar su propio futuro político.
La punta de lanza de esta ofensiva es Santiago Viola, apoderado legal del partido y figura de extrema confianza de Karina. En las últimas semanas, la Jefa dio luz verde para que Viola asuma un rol protagónico en las negociaciones subterráneas con Comodoro Py, buscando desplazar la influencia de Sebastián Amerio, viceministro de Justicia y hombre leal a Caputo.
Con esto, Karina intenta romper la dependencia de los operadores ajenos y establecer un canal de diálogo que responda sin intermediarios a la Secretaría General.
Amerio, quien cultiva un perfil bajo pero efectivo, era hasta hoy el encargado de llevar las delicadas gestiones por las vacantes en la Corte Suprema. Sin embargo, desde el entorno de Karina consideran que es momento de que el karinismo tenga su propia espada en tribunales, especialmente por las causas de las coimas de la Andis y de la criptoestafa Libra, que ubican a la hermana del Presidente en un lugar central.







