El diputado electo y exdirector de Aduanas sobresale como referente de la oposición.
En medio de la reconfiguración del peronismo, Guillermo Michel parece haber levantado su perfil político y posicionarse como la espada técnica del espacio en el Congreso. El diputado nacional electo y exdirector de Aduanas busca liderar la discusión sobre la reforma tributaria, donde busca que la oposición pase a ser una fuerza que presenta propuestas concretas y no solo se limite a rechazar iniciativas.
El eje central de su planteo es derribar lo que él califica como el “mito de que no hay plata”. Según Michel, los recursos existen, pero la discusión real debe centrarse en la asignación de prioridades. El legislador cuestiona que el gobierno de Javier Milei haya decidido otorgar beneficios fiscales a grandes empresas agroexportadoras o incentivos a cuentas en el exterior, argumentando que el ajuste recae siempre sobre los mismos sectores.
La propuesta que Michel lleva bajo el brazo apunta a resolver el histórico problema del salto al vacío en el Monotributo. El proyecto de un Régimen Simple busca crear un puente para aquellos contribuyentes que exceden el tope de facturación pero no tienen estructura para afrontar el Régimen General. La idea es reemplazar la burocracia de las declaraciones juradas de IVA y Ganancias por una alícuota fija sobre el excedente, incentivando el blanqueo de la actividad sin asfixiar al pequeño comerciante.
Para Michel, el Gobierno se maneja con “ensayos” lanzados al aire para medir el humor social, citando como ejemplo el intento fallido de eliminar el Monotributo, una medida que debieron retirar tras advertir que golpeaba directamente a su propia base electoral.







