El ex candidato a presidente teje nuevas alianzas y reconstruye los vínculos con el segmento “racional del peronismo”.
Después de las elecciones legislativas nacionales, que dejaron sentado que las terceras vías fracasan en la Argentina, el ex ministro de Economía y líder del Frente Renovador, Sergio Massa, tiene cada vez más cerca al diputado Emilio Monzó como aliado para lo que se viene.
EL 26 de octubre por la noche, después del resultado que arrojaron los comicios, el ex presidente de la Cámara de Diputados en el gobierno de Cambiemos, se despidió de los miembros de Provincias Unidas cn una frase particular: “Lo más triste es que nos jubiló una pastelera”.
De todas formas, no es un hasta nunca de Monzó, sino que quienes están en su entorno saben que no se retira y que ve en Massa al único con condiciones de encolumnar detrás suyo a distintos actores del poder.
Monzó tiene una mirada particular y es uno de los que le indica constantemente a Massa que cree que lo mejor es tomar una distancia de Cristian Kirchner. En ese marco, considera necesario que ponga en práctica una nueva convergencia generacional que esté más cerca de Axel Kicillof que de La Cámpora.
Tras el traspié de Provincias Unidas, el diputado aseguró que “los del medio estamos liquidados”, al mismo tiempo que contempló la posibilidad de “pensar en una gran PASO con Schiaretti, Kicillo y algún gobernador”.








