La empresa, con 130 años de historia, pidió concurso preventivo de acreedores y busca reestructurar una deuda que supera los $44.300 millones
La Bodega Norton, una de las insignias de la vitivinicultura argentina, dio un paso drástico para evitar el colapso. Este jueves,, la compañía con más de 130 años de historia se presentó en concurso preventivo de acreedores ante la Justicia de Mendoza.
La medida busca reestructurar sus deudas y “asegurar los puestos de trabajo y la continuidad de la operación”, según explicó el CEO de Norton, Tomás Lange, en un comunicado. La decisión, tomada junto a los accionistas austríacos de la firma, pone en tensión los puestos de trabajos de cientos de empleados en Luján de Cuyo y a una extensa red de proveedores y contratistas.
La deuda bancaria de Norton supera los $44.300 millones de pesos (aproximadamente 30 millones de dólares). Además, según registros del Banco Central (BCRA), la bodega acumula 108 cheques rechazados por un monto total de $1.442 millones.
La caída de Norton no es un hecho aislado, sino síntoma de la crisis que atraviesa la industria vitivinícola. El sector atraviesa una caída del consumo interno del 2,5% entre enero y septiembre, además de un retroceso de las exportaciones del 6,3%.








