Calles deterioradas, subsidios desordenados y obras que no arrancan. Mosca realizó un exhaustivo relevamiento que arrojó un panorama preocupante.
Bahía Blanca atraviesa un proceso de reconstrucción que, a cinco meses de la inundación que afectó a gran parte de la ciudad, parece no haber despegado del todo. Las zonas más impactadas siguen con daños visibles y sin obras estructurales en marcha.
“Trabajo no vas a ver nada todavía. Es más, ni siquiera todavía se hacen las licitaciones”, advirtió Claudio Velazco, ingeniero hidráulico que estudió muy de fondo esta catástrofe climática. En diálogo con Mosca, explicó que los procesos administrativos aún no terminaron y que no hay obras en ejecución que apunten a resolver los problemas estructurales de la ciudad. “Lo que se pudo ver de obras son cosas para ordenar un poco, todo lo que es la limpieza del canal. Todo un poco estético nada más, pero lejos de que se puedan encaminar las obras de restauración de las calles”.
Según Velazco, hay que diferenciar dos niveles de intervención. Por un lado, la restauración del estado anterior al evento climático, que implica reparar calles, cloacas y servicios afectados. Por otro, las obras nuevas que podrían prevenir inundaciones futuras. Uno de los anuncios más difundidos fue el proyecto sobre el canal Maldonado, presentado por el municipio como una obra clave. Sin embargo, Velazco es escéptico acerca de este anuncio: “Dicen que va a duplicar la capacidad o va a tener el triple del caudal, pero no dijeron cuánto van a ser las dimensiones del canal. Se hizo público una imagen en 3D que está muy bien dibujada, pero no dice nada”.
En este contexto, los testimonios de los vecinos son claves para tener una mirada directa sobre el impacto cotidiano. Nicolás, quien vive en Bahía Blanca hace varios años, señaló que los lugares más afectados que, que incluye los alrededores del Parque de Mayo, del Parque Independencia y parte de Ingeniero White, “todavía se están reconstruyendo muy de a poco”.
Para Agustín, otro vecino, el deterioro en el transporte y la infraestructura urbana sigue siendo crítico: “El tema de los colectivos, de las calles que están muy detonadas, llenas de pozos, rotas, levantadas, otras muy hundidas. Los puentes, que son una conexión total para la zona norte de la ciudad, están muchos sin funcionamiento todavía”.
La situación empeora en los horarios de mayor circulación. En horarios pico, ir al trabajo, volver o llevar a los chicos a la escuela es un “alborotamiento de coches y colectivos”. “Arriba de los puentes, siempre tardás. Creo que la parte de los puentes es algo muy importante. Los puentes y las calles creo que son dos de las cosas más importantes de la ciudad”, detalló.
Los reclamos también apuntan a la desigualdad territorial. Según Agustín, solo se arreglaron calles céntricas: “Se repararon las calles mínimas. Solo las que están cerca del centro. A los barrios alejados, siempre vamos a hacer los marginados”. Y agregó: “Lo bueno que acá la gente es solidaria y se ayuda entre vecinos, se sale adelante, porque si esperás a que el municipio active o algo, la verdad que estaríamos todavía bajo el agua”.
Otro de los puntos críticos es la distribución de los subsidios. “Sé que ahora algunos estaban cobrando el subsidio, a otros les cuesta cobrarlo. Otros lo cobraron sin que se les haya inundado nada… incluso conozco personas que se le inundaron la casa y perdieron muchas cosas, y no recibieron ningún subsidio”, alertó.
La percepción de prioridades desalineadas también genera malestar. “Lo que se hizo, y parece una toma de pelo, es lo de la plaza Rivadavia. Después de la inundación, dos meses después, en vez de ponerse a reparar calles, cercaron todo con chapa y pusieron dos juegos nuevos grandes en la plaza. Creo yo que está de más eso”, criticó Agustín.

Frente a este panorama, Velazco advirtió sobre la importancia de hacer obras adecuadas, que no sean meramente anuncios políticos: “Lo más preocupante es que encima cuando vayan a hacer algo, vayan a hacer algo mal que la gente va a confiar y se va a sentir confiada. Esto yo ya lo vi en La Plata”.