El gigante bancario enfrenta una investigación por presuntas irregularidades en su filial suiza, con posibles sanciones millonarias que reavivan críticas sobre sus controles antilavado
El banco británico HSBC se encuentra nuevamente en el centro de la polémica luego de que se difundiera este miércoles una investigación conjunta entre Suiza y Francia por presunto lavado de dinero en su banca privada suiza, HSBC Private Bank (Suisse) SA. La investigación, en etapa inicial, se centra en transacciones sospechosas vinculadas a dos relaciones bancarias históricas, vinculadas con el exgobernador del Banco Central del Líbano, Riad Salameh, y su hermano Raja.
Las autoridades sospechan que más de 300 millones de dólares provenientes de una institución libanesa fueron desviados a través de cuentas en HSBC Suiza entre 2002 y 2015, sin justificación clara, para financiar propiedades de lujo.La investigación pone de manifiesto deficiencias en los controles antilavado de HSBC, un problema recurrente para el banco.
En junio de 2024, la Autoridad Supervisora del Mercado Financiero Suizo (Finma) sancionó a HSBC por no realizar verificaciones adecuadas sobre transacciones de alto riesgo con personas políticamente expuestas (PEP), prohibiéndole aceptar nuevos clientes de este tipo hasta corregir sus sistemas. Este nuevo caso, que involucra transferencias a través de una empresa offshore llamada Forry Associates, refuerza las críticas sobre la falta de diligencia del banco, que no reportó las actividades sospechosas hasta 2020, años después de cerrar las cuentas implicadas.
El impacto de la investigación ya se siente en los mercados. HSBC reportó una caída del 29% en sus ganancias en el segundo trimestre de 2025, lo que, sumado a la incertidumbre por posibles sanciones, provocó un desplome del 3,82% en sus acciones en Hong Kong. Para contrarrestar la presión, el banco anunció una recompra de acciones por 3 mil millones de dólares. Sin embargo, el historial de HSBC, que incluye multas récord como los 1.920 millones de dólares pagados en 2012 en Estados Unidos. por lavado de dinero de cárteles mexicanos, sugiere que las consecuencias podrían ser significativas.