Según el relevamiento de la Fundación Friedrich Ebert cada vez más personas dejan de identificarse como “empleados” para pensarse como “emprendedores”
Se sabe que en la Argentina actual, tener un solo trabajo no alcanza. Muchas personas combinan empleos formales con denominadas “changas”, ventas por redes, manejo de plataformas como Uber o inversiones en criptomonedas para tratar de compensar los bajos salarios. Así lo muestra un reciente informe de la Fundación Friedrich Ebert, texto que desarrolla con profundidad esta problemática.
Según el artículo, esta situación no es solo económica, sino también es un cambio en cómo se ve el trabajo. Cada vez más personas dejan de identificarse como “empleados” para pensarse como “emprendedores”. Aunque muchas veces entran a ese mundo por necesidad, terminan adoptando una lógica de éxito personal, esfuerzo individual y libertad, incluso si eso implica mayor esfuerzo o inseguridad.
Internet y las redes sociales aparecen como la nueva “tierra de oportunidades”. Allí se apuesta todo: ventas, inversiones, contenido para plataformas. Esto es muy común entre jóvenes y mujeres, que buscan ingresos extra sin salir de casa. Pero esa libertad también trae cansancio, frustración y competencia. El hogar, para muchos, se convierte en oficina permanente y empieza a representar encierro, algo que nació mas que nada a partir de la pandemia.
En este escenario, los sindicatos y el Estado parecen quedarse atrás. Cuesta representar a trabajadores que ya no tienen un solo empleo ni horarios fijos. La política tradicional, vinculada sobre todo al progresismo, también pierde conexión con estas nuevas formas de vida laboral, mientras que los discursos de sectores de derecha ganan terreno con promesas de autonomía y éxito rápido.