Inflación, salarios y jubilaciones los protagonistas del debate.
Fernando Marull realizó en redes sociales un comentario que se convirtió en foco de debate. En su perfil, el economista sostuvo que las jubilaciones, desde noviembre de 2023, superaron a la inflación en un 9,5%, en un intento por destacar los efectos positivos de la política económica del Gobierno de Javier Milei. Sin embargo, su afirmación fue rápidamente refutada por el inversionista Juancito Nieve, quien acusó a Marull de usar un cálculo engañoso y señaló que la mejora porcentual no refleja el impacto real en los bolsillos de los jubilados, especialmente tras el congelamiento del bono de $70.000.
Nieve ironizó sobre la “magia” del dato expuesto por Marull, sugiriendo que se trataba de una comparación distorsionada entre diferentes momentos inflacionarios. Además, remarcó que el congelamiento del bono fue el verdadero factor que afectó el poder adquisitivo de los jubilados, un punto que suele quedar fuera del discurso del Gobierno. Lo cierto es que el bono congelado, destinado a quienes cobran la mínima, representaba una parte significativa del ingreso total mensual.
Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), el congelamiento del bono provocó una pérdida del 36% en términos reales para los jubilados en el último año. Si bien el gobierno implementó ajustes mensuales por inflación a partir de julio de 2024, estos no fueron suficientes para compensar los efectos acumulados de la devaluación y la suba de precios anterior.
El debate entre Marull y Nieve ilustra una tensión persistente entre el discurso técnico de los economistas afines al oficialismo y la realidad social de los sectores más vulnerables. En Casa Rosada celebran la desaceleración inflacionaria y el superávit fiscal, pero enfrentan críticas por el costo social del ajuste, particularmente en el sistema previsional.