Federico Sturzenegger es el encargado de responder ante los pedidos de la Casa Blanca. Los principales temas que hacen ruido.
El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, es el designado por la Casa Rosada de atender los reclamos de los emisarios de Estados Unidos a la Argentina. La buena relación entre Donald Trump y Javier Milei persiste, por lo que desde el territorio norteamericano, tras el acuerdo con el FMI, persisten los pedidos.
Los temas más sensibles giran en torno a las patentes de medicamentos. Esto tiene que ver con posibles modificaciones en las normativas heredadas del kirchnerismo, que podría desencadenar en una transformación significativa del sector farmacéutico argentino.
El primer pedido de EEUU fue para flexibilizar las patentes de unos 50 productos argentinos para facilitar su ingreso a tierras estadounidenses y que puedan ser producidos allá. Además, iría acompañado de un ingreso sin aranceles, lo que podría conllevar críticas en el sector a nivel local.
Para que esas voces en contra no entorpezcan el cambio, el ministro de Salud, Mario Lugones, tiene buenos amigos entre los más poderosos de los laboratorios, y será fundamental para calmar las aguas. De hecho, en la cena del año pasado en Fundación Faro estuvieron, gracias a él, Jorge Belluzo (Raffo), Luciano Boccardo (Roemmers), Johnatan Kovalivker (Suizo-Argentina) y Eduardo Machiavello (Cilfa).
Por otro lado, la visita del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, aceleró los pedidos para luchar contra la falsificación de productos de la industria textil, algo que perjudica con cifras millonarias a las marcas originales. Esto no gusta en el Gobierno, que suele propiciar la producción “barrani”, es decir, en negro, que no importan licencias.