El jefe de Gabinete pensó en renunciar, pero por ahora continúa en el cargo. Fue luego que el Presidente dijera que Santi Caputo estaba por encima de él en su área.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, atravesó una situación particular con el presidente Javier Milei, lo cual le generó dolor. Se trata de una pelea de injerencias y poderes que se hizo pública a través del mandatario nacional y que lo tiene al asesor presidencial Santiago Caputo como parte de la misma.
Previo a subirse al avión que lo conducía al funeral del papa Francisco, Milei dijo que Francos “es un ministro que reparte el juego” y que los ministros “están muy libres” además de que hay “una segunda instancia de control político, que es Santiago Caputo”.
En ese sentido, el viaje rumbo al funeral fue bastante silencioso. No hubo mucha charla y los dos saía los motivos. Es que el asesor presidencial, que no firma para el Gobierno, se encarga de revisar decisiones vinculadas a la Jefatura de Gabinete que conduce Francos.
El comentario llegó a la tapa del diario Clarín y actualmente el poder de decisión del Jefe de Gabinete es mínimo. Eso no quita que no haya caído bien la declaración del Presidente. “Está muy dolido”, aseguró a A1 una persona que conoce al funcionario.
“El jefe de Gabinete soy yo y él no tiene firma ejecutiva”, dijo Francos al día siguiente de pisar suelo argentino en una entrevista radial. “Se portó como un señor. Milei dijo eso antes de que él tuviera que ir a la intervención en Diputados por las cagadas que se mandó con su hermana”, señalaron cerca de su entorno.
Para calmar las aguas, Milei se contactó con Francos a través de WhatsApp donde le envió su tuit en el que lo denominó como “la cabra del milenio”, al tiempo que estaba orgulloso de él. Luego, lo invitó a la Quinta de Olivos, donde recibió las quejas y le manifestó su apoyo y respaldo a Francos, que había pensado en renunciar.