Un nuevo choque de fuerte impacto político sacude a Misiones tras la publicación del diario La Nación, que este jueves aseguró que el exgobernador y líder del Frente Renovador de la Concordia, Carlos Rovira, habría admitido en conversaciones privadas que el presidente Javier Milei le pidió expresamente que sus senadores votaran en contra del proyecto de Ley de Ficha Limpia en la Cámara Alta.
La revelación generó un fuerte revuelo en el escenario político provincial y nacional. Sin embargo, desde el entorno de Rovira salieron a desmentir categóricamente la versión publicada por el periodista Martín Boerr. En declaraciones a medios locales, fuentes cercanas al exgobernador misionero negaron la supuesta confesión y redoblaron la apuesta: acusaron a Boerr de operar “en favor de la oposición de la provincia”. Vincularon al periodista con sectores que buscan debilitar el vínculo entre Rovira y el oficialismo libertario.
Un testigo de los encuentros habituales que Rovira tiene en la Legislatura provincial con dirigentes locales consignó su versión de los hechos: “Hay una libertaria en nuestra lista que le preguntó a Rovira como explicar el voto en el Senado, a lo que el jefe respondió: “Yo con Milei hablo siempre, lo de ayer… no te comas el verso, que no te vendan pescado podrido“, aseguró.
En la provincia sumaron un dato llamativo que no pasó desapercibido. El periodista participó recientemente de la fiesta de casamiento del dirigente Pedro Puerta, hijo del exgobernador Ramón Puerta, histórico adversario de Rovira en la política misionera. Ramón Puerta fue presidente provisional del Senado, presidente interino de la Nación durante la crisis de 2001 y uno de los máximos referentes del peronismo disidente en la provincia. Las relaciones entre Puerta y Rovira han sido tensas durante décadas, con choques recurrentes en el terreno electoral y discursivo.
La presencia de Boerr en un evento familiar de los Puerta se hizo notar para el oficialismo provincial. Lo consideran un periodista alineado con los intereses de la oposición local.
Pero además, esa celebración estuvo envuelta en una polémica inesperada. Aunque en redes sociales circularon imágenes de la fiesta en un lujoso hotel de la provincia, fuentes locales señalaron que Pedro Puerta nunca formalizó un casamiento legal. Según trascendió en ámbitos políticos misioneros, el joven dirigente realizó una ceremonia simbólica con un ritual de inspiración originaria, sin ningún tipo de validez civil. “Fue una puesta en escena, no hay acta ni libreta. Solo una fiesta con guiños culturales”, dijo un legislador provincial que pidió reserva de su nombre.
El episodio suma tensión a una semana cargada de especulaciones en torno al alineamiento de los senadores del Frente Renovador con la Casa Rosada, y reaviva la histórica rivalidad entre los clanes Rovira y Puerta, que ahora suma capítulos en columnas de opinión, redes sociales y pistas de baile.