La vocera presidencial será evaluada de cara a las elecciones de este año. Su exposición aumentó notablemente.
La vocera de la Ciudad de Buenos Aires, Laura Alonso, comenzó a ganar masividad en los actos porteños y en los medios de comunicación por una decisión clara del jefe de Gobierno de CABA, Jorge Macri, para medir la intención de voto del electorado, debido a que su imagen tuvo una caída en el cierre de 2024.
Alonso está ganando terreno dentro de las filas del PRO como no se veía desde la existencia de Cambiemos. El presidente del partido la colocó en diciembre como interventora del espacio amarillo en Córdoba y luego Jorge la designó como vocera institucional de la Ciudad.
La idea de esta medida es bajarle el nivel de exposición al propio Jorge. Es que los últimos sondeos internos arrojaron que su imagen bajó en el último mes del año pasado.
La designación de Alonso para esta tarea no es casual. La ex diputada tiene experiencia en el contragolpeo político y además sabe lo que es la visión pura del macrismo, por lo que lo intentará respetar a rajatabla. Bajo ese escenario, confrontar con el esquema libertario que busca minimizar la gestión del PRO en la Ciudad será su objetivo central.
Si bien el PRO busca diferenciarse de La Libertad Avanza, esta decisión bien puede compararse con la que tomó el Gobierno Nacional, que estudia el fenómeno Manuel Adorni. El vocero presidencial se canditeará en el terreno macrista en 2025.
En este marco, el PRO estudiará la variación de la imagen de Alonso para ver su rendimiento de cara a los comicios. Por otro lado, también suena para ser un “segundo vocero” el ex intendente de Pinamar Martín Yeza.