Varios representantes del kirchnerismo se sumaron a la consigna para que la exmandataria ocupe el rol que dejó vacante Alberto Fernández
La aparición de Cristina Kirchner en La Matanza renovó las expectativas de parte del peronismo que ven con buenos ojos su vuelta la esfera política para reordenar las piezas que quedaron desparramadas luego de la derrota de Unión por la Patria en las elecciones presidenciales.
Este jueves comenzó en redes sociales una oleada de pedidos para que la exmandataria asuma la presidencia del Partido Justicialista, lugar que quedó vacante tras la salida de Alberto Fernández a partir de la denuncia recibida por parte de Fabiola Yañez por presunta violencia de género.
Uno de los primeros en “agitar” esa consigna fue Eduardo Wado de Pedro. “Es momento de que una mujer, que militó toda su vida en el peronismo, presida por primera vez el Partido Justicialista”, publicó en su cuenta de X el senador.
El ex ministro del Interior agregó: “Cristina es la líder del peronismo y ha dado acabadas muestras de su compromiso inquebrantable con los sueños y los anhelos de nuestro pueblo. Conoce cada rincón de la Patria e interpreta las necesidades como nadie”.
Minutos después lo siguió su compañera de bloque, Juliana Di Tullio, quien afirmó: Es tiempo de mujeres. Es tiempo de ella conduciendo al partido justicialista. Es tiempo de la que demostró el mayor de los corajes. Es tiempo de devolverle al pueblo la esperanza, ponerle luz al camino, recuperar la confianza en nuestras ideas y nuestra fuerza revolucionaria”.
Otras de las que se sumó al pedido fue Mayra Mendoza, que propuso que la expresidenta asuma ese rol para “ordenar lo desordenado y enderezar lo torcido”.
Hasta ahora, el único que se asomaba para ocupar ese lugar era el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, quien había comenzado una campaña para lograr que su liderazgo trascienda dicha provincia. Con un perfil más conservador, Quintela había manifestado su deseo de “construir un peronismo más federal, inclusivo y centrado en los derechos humanos”. Si la voluntad de Cristina es ir en línea con los pedidos, el riojano la tendrá difícil.