Se extenderá por un año las concesiones de las centrales que ya generan un negocio y quedarán en manos del Estado a costo cero. El proyecto de YPF y Petronas aún no cuenta con financiamiento.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, logró el objetivo de quedarse con la mega inversión por la planta de Gas Natural Licuado (GNL) de YPF y Petronas (Malasia), que por el momento no tiene los dólares necesarios para realizarse. Al mismo tiempo, el Gobierno extenderá por un año las concesiones de cuatro represas hidroeléctricas del Comahue, un negocio ya establecido que sí da ganancias.
Las represas hidroeléctricas se encuentran en Río Negro y Neuquén y las concesiones están a punto de vencer. El 11 de agosto es el último día y desde entonces se prorrogará el límite. Las concesiones fueron otorgadas en 1993 durante el proceso privatizador del gobierno de Carlos Menem y vencieron el año pasado, generando una disputa entre Nación y provincias para ver quién se quedaba con ellas.
Mientras que el recurso, es decir, el agua es parte de las provincias; el activo es del Estado nacional. La gestión de Menem se encargó de concesionarias luego de que las construyera Hidronor.
La prórroga generará una demora en el ingreso de dólares por las concesiones. Ahora, el vencimiento de las mismas pasará a ser hasta el 11 de agosto de 2025 para las centrales Alicurá -AES-, Cerros Colorados -Aconcagua Energía- y El Chocón -Enel-. A su vez, será hasta el 29 de diciembre de ese mismo año para Piedra Del Águila -Central Puerto-.
El Gobierno de Javier Milei extendió de forma provisoria las concesiones por 60 días desde que asumió al ver que había un importante negocio energético detrás para atraer actores de pes internacional.
En Neuquén y Río Negro están las seis centrales hidroeléctricas, que aportan el recurso del Río Limay y el Río Neuquén. Así, las provincias entregan al sistema interconectado nacional un 4.431 MW de potencia instalada.
De acuerdo a lo resuelto en 1993 antes de la reforma constitucional, al vencerse las concesiones, las centrales deben ser revertidas sin cargo al concedente, entendiéndose al mismo como el Estado Nacional. Entonces, Weretilneck está perdiendo un negocio a costo cero.
Al mismo tiempo, Río Negro, que se adhirió al RIGI, le ganó la pelea a Axel Kicillof por la planta de GNL que tendría una inversión entre US$30 mil millones y US$40 millones, pero aún los dólares no están. Cuando estén las cuestiones técnicas resueltas, las empresas deberán ir a la JP Morgan para conseguir un pull de inversores.