El ex presidente Mauricio Macri romperá el silencio en un acto multitudinario el próximo 1º de agosto para celebrar la asunción como titular del PRO y así marcarle la cancha a Javier Milei y a La Libertad Avanza de cara a las elecciones legislativas de 2025. Además, servirá también para dejar en claro su poder en el partido ante la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Macri, que estuvo ausente mucho tiempo durante los primeros meses de gestión del gobierno libertario, buscará hacer ruido durante su relanzamiento y que su espacio tenga más fuerza para construir candidaturas propias.
Tras una reunión con gobernadores, intendentes y referentes del PRO, se definió que el acto se realizará el primer jueves de agosto en la Ciudad de Buenos Aires, donde comenzó a ganar terreno el partido en sus inicios, y no en Vicente López.
La idea del ex presidente es ir contra la estrategia planteada por Karina Milei, Matín Menem y Eduardo “Lule” Menem en el marco del armado de La Libertad Avanza a nivel nacional, donde pretenden quedarse con la selección de candidaturas para tener autonomía en el Congreso y no depender de acuerdos grandes como ocurrió con la Ley de Bases y el paquete fiscal.
Los detalles del acto de Macri
Macri espera convocar a 1.000 dirigentes, entre ellos los gobernadores, algunos intendentes, diputados, senadores, referentes históricos y cuadros jóvenes del partido. Desde el sector que comanda el ex mandatario aseguran que llamarán a todos los miembros importantes del espacio, incluidos Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, pese a las claras diferencias.
Según lo conversado en el cónclave virtual, el evento podría comenzar a las 18 y ser el barrio porteño de La Boca el punto de encuentro. En caso de confirmarse, allí Macri aparecerá como líder del PRO e intentará marcarle la cancha a Bullrich, algo que no solo se vio en sus declaraciones, sino también en hechos como la exclusión de Damián Arabia, Diego Valenzuela y Ramón Lanús de la mesa ejecutiva.
El macrismo, que quiere que al Gobierno le vaya bien pero tiene ciertas diferencias que dejará en claro, destacará la necesidad de que el PRO imponga una agenda propia en el Congreso en el segundo semestre y potenciará la imagen de dirigentes jóvenes como Martín Yeza y Facundo Pérez Carletti.