Puede producir 11.5 m3 diarios sin necesidad de ampliar la red de transporte.
Vaca Muerta es una realidad que tiene poco mas de una década. Es la segunda reserva de gas no convencional del mundo con un nivel de producción que supera mes a mes todos los récords. Sin embargo Argentina tiene que importar combustible, por las mismas razones que limitan la exportación. La paradoja responde al brutal desacople entre el aumento exponencial del nivel de producción respecto al lento desarrollo de la infraestructura necesaria para capitalizar el recurso.
Para comercializar el gas hay dos alternativas: inyectarlo vía gasoducto o bien licuarlo, para poder almacenarlo. Vía ductos, el gas argentino llega a Chile a través del caño transandino. Con la reversión del Gasoducto Norte se apunta a llegar a Brasil pasando por Bolivia.
Pero para que Argentina se convierta en exportador de gas a escala mundial, lo que se requiere es licuarlo, transformalo de estado, de gaseoso a liquido. El gas al licuarse mantiene su masa , pero disminuye su volumen 600 veces y por eso el GNL puede ser fácilmente transportado en barcos o en camiones cisterna.
La licuefacción se realiza en plantas industriales de alta complejidad, ubicadas en los países productores de gas natural. Se obtiene enfriando el gas natural a -162°C a presión atmosférica. Se carga en barcos con destino a los países en los que está previsto su consumo donde se devuelve el GNL a su estado gaseoso para su posterior distribución a través de la red.
El tema es que el proceso de licuefacción requiere de la construcción de plantas que cuestan miles de millones de dólares y gasoductos dedicados específicamente a abastecer esas terminales portuarias.
Hasta ahora se hablaba de tres proyectos distintos en danza. El más ambicioso el de YPF y la malaya Petronas. Otro es el que presento el conglomerado internacional de GNL Excelerate Energy y la Transportadora de Gas del Sur (TGS), de menor escala. Sobre el tercero corrían versiones sobre un proyecto del grupo Techint, del cual no se difundieron mayores previsiones.
Por esto resultó sumamente sorpresivo el anuncio de Pan American Energy (PAE). La empresa de Bulgheroni primereo y firmó un contrato para la instalación de un barco flotante de licuefacción con una capacidad de producción de 2,4 millones de toneladas anuales de GNL, equivalente a 11,5 millones de metros cúbicos día de gas natural.
Inicialmente, el barco flotante se abastecerá de gas natural utilizando la infraestructura y capacidad existente del sistema, en los meses del año con menor demanda local. Posteriormente, con la ampliación del transporte, el objetivo es que pueda operar todo el año.
Marcos Bulgheroni, CEO de PAE, afirmó que “buscamos ser protagonistas del desarrollo de los recursos de gas natural de Argentina. El acceso del gas a los mercados mundiales a través de este barco flotante de licuefacción es un primer gran paso para que nuestro país se convierta en un polo exportador generador de divisas”.
Desde PAE destacaron el impulso consecuncia del Regimen de Incentivo a las Grandes Inversiones aprobado por el Congreso. Bulgheroni sostuvo que “la Ley Bases y el RIGI permitirán iniciar un camino de crecimiento y fomentar las inversiones que el país necesita para desarrollar su enorme potencial energético y la generación de nuevos puestos de trabajo”.
Lo concreto es que PAE contrató a la empresa Golar como proveedor el servicio de licuefacción mediante el alquiler del buque por 20 años con una estructura de tarifa base y un beneficio adicional sujeto a los precios internacionales del commodity.
“El servicio de licuefacción parte de una tarifa base de 2,6 usd el millon de BTU por el alquiler. Se preve un compromiso de inversion de USD 300 millones anuales” afirmaron desde PAE.
El buque de Golar, denominado Hilli Episeyo, tiene una longitud de casi 300 metros. Fue construido en 1975 y reconvertido para el procesamiento de gas en 2017.
Golar LNG es una empresa noruega de infraestructura marítima de GNL. A lo largo de sus 75 años de historia, la compañía ha sido pionera en infraestructura marítima de GNL, incluida la primera terminal flotante de licuefacción de GNL (FLNG) y proyectos de unidad flotante de almacenamiento y regasificación del mundo basados en la conversión de buques de GNL existentes. Golar posee la flota de unidades FLNG más grande del mundo por capacidad de licuefacción anual.
Si bien PAE y GOLAR ya firmaron un contrato por 20 años, las caracterísitcas del negocio conllevan a que el buque de licuefacción este operativo recién en 2027.
Sin embargo está atravesado por un debate polémico inmediato vinculado a la localización del buque. Por las condiciones de infraestructura debiera ser en Bahía Blanca. Pero esto sería cederle a Axel Kicillof un kiosco millonario. Ademas todavía es una incógnita la adhesion de la provincia de Buenos Aires al RIGI. Con este argumento el gobierno nacional promueve el puerto de Río Negro, en un guiño a Alberto Wereltilnek como parte de pago por su apoyo parcial al gobierno libertario.
“La locación no esta definida aun, se están analizando las condiciones tecnicas y logísticas para luego definir el sitio” dijeron desde PAE.