En plena temporada alta de liquidación de la cosecha, el Banco Central perdió dólares. Junio fue el primer mes deficitario en términos de divisas durante la era Milei.
El dato clave es que quedán 42,2 millones de toneladas de soja y maíz sin vender. Esto equivale a uno 17.000 dólares entre ambos, según los datos del Monitor Agroindustrial del mes de junio, realizado por CIARA-CEC.
Del total, el 83% corresponde a la soja, que representan 35 millones de toneladas. Mientras que en el caso del maíz, quedan 7,2 millones de toneladas, equivalentes al 17% del total de ambos productos.
Esto fortalece la idea de que la liquidación del agro no sólo fue tardía sino que los precios internacionales impactaron en la decisión de venta. La única entrada de dólares genuinos para el Gobierno se está generando vía las exportaciones, por cereales y granos, y no por inversiones extranjeras, principal razón por la cual Luis Caputo había sido designado en el Ministerio de Economía.
“Con precios internacionales operando a la baja, un tipo de cambio que perciben atrasado, los comercializadores están silo-bolseando fuerte. Llevan liquidado menos de la mitad de lo cosechado.”, explica un informe de la agencia A1.
Según la consultora, existe la posibilidad de que la suba del paralelo haya sido “autoinflingida”, ante la imposibilidad de devaluar el oficial. “Toto dejó correr el CCL porque les mejora el tipo de cambio a las exportaciones que liquidan un 20% en ese segmento por la vigencia del dólar blend”, deslizó la agencia.
En este segundo semestre, el Gobierno sufrirá la pérdida de reservas por 2.000 millones de dólares. La urgencia de financiamiento extranjero, único plan del Ejecutivo, se vuelve cada vez más urgente.