En la última marcha de la CGT, el precio del choripán volvió a funcionar como termómetro social. Pasó de ser un clásico popular a rozar el lujo
En cada protesta masiva hay consignas, bombos y columnas. Y otro componente infaltable son los puestos de choripan, que en el último tiempo se convirtieron en toda una referencia para medir la inflación. El llamado “Índice Chori” volvió a dispararse durante la última movilización de la CGT y dejó una señal difícil de ignorar.
En septiembre de 2024, el chori se conseguía a $3.000. En febrero de 2025 ya había trepado a $4.000. Para abril, cotizaba $4.500. En septiembre se movía entre los $5.000 y $6.000. Este jueves, en plena marcha contra la reforma laboral del Gobierno, el precio llegó a los $10.000.
Para la oposición, el Índice Chori funciona como una brújula más honesta que la del propio INDEC. Cuando incluso un alimento tan popular se vuelve inaccesible, da cuenta de una sensación térmica inflacionaria muy preocupante.
En medio de un contexto de billeteras flacas, el dato fue un protagonista silencioso en la última movilización de la CGT contra la reforma laboral que impulsa el Gobierno.







