Orlando Canido repasó cómo fue la operación, que se dio de forma fugaz, con un fin estratégico.
El dueño de Manaos, Orlando Canido, contó cómo fue que compró Cunnington por USD 70 millones, en una operación fugaz, en la que no necesitó realizar ningún tipo de análisis y el pago fue en efectivo.
“La compré sin ver. No analicé pasivos, nada. Se hizo la operación en un rato, en efectivo, de contado”, adelantó en el podcast La Fábrica.
“En Buenos Aires somos dos, Manaos y Cunnington. Yo con el 85% y ellos con el 15%. Era una pelea en degradé. Yo ponía $6.500 en paquete y ellos, $6.200. Una cosa es que vos tengas que subvencionar un millón de paquetes de gaseosa, perdiendo $100; y otra es que yo tengo una venta de 15 millones de paquetes”, dijo.
“Lo que vos perdés es así de chiquitito y a mí me hacés perder una fortuna. Así pasamos los últimos cinco años. Estaba por comprar Heineken y ahí iba a ser más grande la pelea contra mí. Entonces, con el número dos hablé que le convenía vendérmela a mí, porque iba a tener que seguir peleando conmigo, que le iba ganando e iba a terminar peleando con Heineken”, continuó.
Luego, Canido repasó parte del diálogo que tuvo con el representante de Cunnington: “Me la vendes a mí y no hay más fábricas en la Argentina. Entonces, de acá a que pongan una fábrica van a tardar tres años. Y que funcione la gaseosa le va a costar horrores”.
“Así que me dijo que tenia razón y a la tarde la compré sin ver”, finalizó.







