El intendente Damián Selci impulsa una reforma exprés de la zonificación que permitiría desarrollos inmobiliarios en terrenos vinculados a dos dirigentes oficialistas.
El municipio de Hurlingham se encuentra en el centro de un escándalo político tras la decisión del intendente Damián Selci de acelerar la aprobación de un nuevo Código de Ordenamiento Urbano (COU). El proyecto, que ingresó de manera exprés al Concejo Deliberante, despertó fuertes sospechas al descubrirse que las modificaciones de zonificación más importantes coinciden con terrenos asociados a dos concejales del propio oficialismo, quienes se verían beneficiados directamente por la nueva normativa.
La polémica escala por la ausencia total de avales técnicos serios. El expediente no cuenta con el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) obligatorio, ni con evaluaciones de movilidad o análisis hidráulicos independientes.
Según denunciaron fuentes de la oposición y colectivos vecinales, la reforma carece de fundamentos urbanísticos reales y parece un “traje a medida” para negocios particulares. Estos cambios apuntan a dos zonas específicas del distrito donde, tras la aprobación, se habilitaría la construcción de torres y emprendimientos comerciales de alta densidad que hoy están prohibidos.
Desde la Red Ambiental del Oeste advirtieron que se busca votar un cambio estructural de la ciudad “a libro cerrado”, ignorando las advertencias sobre el colapso de cloacas y la falta de agua corriente que ya padecen varios barrios.








