No solo encendieron las alarmas los sindicatos locales, sino que ahora también lo hicieron medios especializados.
En paralelo a su impactante expansión, en Brasil denunciaron que la empresa china BYD, dedicada a la fabricación de autos, abrió por tercera vez una fábrica en su territorio que no produce absolutamente nada.
La planta de Camaçari, donde antes funcionaban instalaciones de Ford, hasta el momento sólo ensambla. Esto despierta la atención del Sindicato de Metalúrgicos local que plantea dudas desde el primer día sobre que alguna vez pase de CKD a producir unidades.
“Lo que está en juego es saber si Camaçari será, de hecho, un polo industrial de producción de vehículos o si correremos el riesgo de convertirnos sólo en un centro logístico de distribución de piezas y vehículos semi-ensamblados procedentes de China“, remarcó Julio Bonfim, titular del citado Sindicato, en mayo pasado.
Ahora, los medios brasileños mostraron la triple inauguración de las instalaciones de BYD en Brasil y que esto se repita algunas veces más, junto a algún referente de la política local, tal como el presidente Lula da Silva.
“Es innegable que BYD ha batido récords una y otra vez, ya sea en ventas, llegada de autos importados o velocidad en los autódromos alemanes”, expresó Macos Rozen en el sitio AutooBr.
“Sin embargo, casi nadie notó el récord más significativo (y sin precedentes) del fabricante chino en Brasil: el número de inauguraciones en la planta de Camaçari, en Bahía. Ya van tres, y sin duda habrá más en el futuro”, agregó.








