El intento de Mauricio Macri por ubicar a Guillermo Dietrich en el gabinete chocó con la voluntad de Pilar Ramírez, quien arrastra viejos rencores de la era Cambiemos
La foto de Mauricio Macri y Guillermo Dietrich, sonrientes frente a un hangar, representó el pedido explícito de que su exministro de Transporte sea parte del Gobierno de Javier Milei para hacerse cargo del área que mejor conoce. Pero la maniobra, que parecía encaminada, se topó con Pilar Ramírez, presidenta del bloque libertario en la Legislatura Porteña
Ramírez, cercana a Karina Milei y con línea directa con el despacho presidencial, se movió para frenar el regreso de Dietrich. Lo hizo junto a su esposo, Darío Wasserman, operador de bajo perfil pero con peso en las decisiones del círculo libertario. Según le indicaron a Mosca, ambos hicieron saber su “total rechazo” a la posibilidad de que el exministro retomara un cargo de gestión.
La historia entre Ramírez y Dietrich está marcada por un viejo conflicto. Durante la gestión de Cambiemos, el entonces ministro la desplazó de Aerolíneas Argentinas acusándola de tener simpatías kirchneristas.
Con ese antecedente, el veto de Ramírez terminó por bloquear el deseo de Macri de incorporar a uno de sus hombres de confianza al elenco mileísta. El expresidente había movido fichas discretamente, pero el frente interno resultó más complejo de lo previsto.








