Se encuentra en Viedma, en una zona despoblada sin presencia de las fuerzas de seguridad, donde ni siquiera merodean los periodistas.
Fred Machado permanece preso desde abril de 2021, un año después de que ingresara a la cuenta de José Luis Espert una suma de 200 mil dólares. El empresario se encuentra investigado por la Justicia de Estados Unidos por presunto lavado de dinero del narcotráfico y está privado de su libertad en una estancia en Viedma de 10 hectáreas llamada “La Gringa”, donde no hay ni siquiera seguridad, más allá de los cuatro perros que posee.
Mientras Espert bajó su candidatura, la realidad para Machado no cambia: espera que la Corte Suprema defina su extradición. Fue detenido hace cuatro años en el aeropuerto de Neuquén después de que EE.UU lo haya acusado de montar una estructura delictiva que se dedicaba al blanqueo del dinero del narcotráfico.
“La Gringa” está ubicada a 16 kilómetros del centro de Viedma, en una zona despoblada. Para ingresar a la propiedad, hay un asfaltado que desemboca en un portón blanco, que según crónicas periodísticas, está siempre abierto, flanqueado por tapiales de hormigón premoldeado. Después de eso, hay un camino con árboles que conducen hacia la vivienda principal.
La finca es grande y cuenta con cuatro habitaciones, con un extenso terreno que va hacia la costa. En la propiedad convive su celadora, su madre anciana, quien legalmente está a cargo de su custodia, Además está un jardinero que mantiene la chacra y sus cuatro perros que recorren el parque.
De vecinos, Machado tiene a su hermanastra Malena Igoldi y al exjuez Fabio Igoldi, quienes comparten la misma madre, María Esther Ciccarelli.
En la zona, muchas personas se acercan para disfrutar de un paseo costero, disfrutando de la naturaleza. En ese marco, la finca sobresale, al mismo tiempo que autos y bicicletas pasan por la ruta transitada.