Oscar Agost Carreño y Marcela Pagano armanron un proyecto de ley que refuerza el poder del Congreso en la toma de deuda externa
El cordobés Oscar Agost Carreño, del PRO, y la exlibertaria Marcela Pagano decidieron unir fuerzas en un proyecto de ley que apunta a limitar el margen de maniobra del Gobierno en relación a la toma de deuda. La iniciativa busca que cualquier nuevo préstamo o acuerdo con organismos internacionales tenga sí o sí el aval del Congreso y que el Ejecutivo no pueda moverse por afuera con decretos.
El texto, que también lleva la firma de Nicolás Massot, amplía la llamada Ley Guzmán. No solo obliga a que cada operación de crédito pase por el Parlamento, sino que prohíbe de manera explícita que se intente colar por la vía de un DNU. “Es un proyecto superador a la Ley Guzmán que actualmente rige”, sostuvo Carreño en diálogo con Mosca.
La propuesta también le pone presión a los funcionarios. El ministro de Economía, el presidente del Banco Central y el secretario de Finanzas van a tener que presentar informes cada tres meses y dar la cara en las comisiones cuando se inicien negociaciones de deuda. Si no cumplen, quedarán expuestos a sanciones políticas e incluso a un juicio político. En casos extremos, el Congreso podría citarlos por la fuerza pública.
Carreño viene de una pelea abierta con el macrismo, que incluso intentó echarlo del PRO en Córdoba. A pesar de este enfrentamiento, se muestra cauto en relación a la deuda tomada durante la presidencia de Macri. “Creo que es un buen proyecto para todos los gobiernos porque siempre es bueno que el Congreso autoríce los empréstitos. Lo que no hizo Macri es dictar un DNU para sortear una ley”, lanzó.