Hay congresistas que apoyaron la decisión de Donald Trump, mientras que otros la criticaron.
El apoyo de los Estados Unidos al gobierno de Javier Milei generó una polarización en el Congreso norteamericano. El mandatario nacional, en búsqueda de un salvataje que frene la corrida cambiaria, consiguió el respaldo de su par estadounidense, Donald Trump, y de la jefa del FMI, Kristalina Georgieva, y desencadenó en discusiones entre demócratas y republicanos.
El congresista Vern Buchanan, presidente de la Asociación para la Democracia de a Cámara de Representantes, dijo que “es evidente que Argentina, uno de los aliados más importantes de Estados Unidos en Latinoamérica, se beneficiará del apoyo estadounidense a la misión del presidente Milei de implementar reformas sostenibles y a largo plazo”.
Y sumó: “Apoyo plenamente los esfuerzos para fortalecer la estabilidad, el crecimiento y la alianza de Argentina con Estados Unidos. Como señaló el secretario Bessent esta mañana, todas las opciones están sobre la mesa”.
“Tuve la oportunidad de reunirme con altos líderes del gobierno de Milei y del parlamento argentino esta semana, y es evidente que Argentina está comprometida con la recuperación del crecimiento económico y la profundización de su alianza con Estados Unidos”, señaló el demócrata.
“Espero con interés la reunión de mañana entre el presidente Trump y el presidente Milei, y confío en que Argentina tendrá grandes logros tras la reunión”, expresó el lunes.
A su vez, la senadora senior de los Estados Unidos por Massachusetts, Elizabeth Warren, publicó en su cuenta de X: “Primero, Trump nos hizo pagar precios más altos por el café y la carne para apoyar a un golpista convicto en Brasil. Ahora quiere que los contribuyentes estadounidenses rescaten a su amigo Milei en Argentina”.
“Trump debería dejar de aumentar los precios para los estadounidenses y de regalar nuestro dinero a sus amigos corruptos”, lanzó.
Parte del interés por colaborar de parte de Estados Unidos es a raíz del potencial argentino en tierras raras, que no son escasas pero sí difíciles de encontrar en condiciones rentables. Son un posible objetivo para inversiones mineros y esenciales para producir productos electrónicos, como así también de uno de los eslabones necesarios para el avance de la inteligencia artificial, aspecto que China controla en un 70% del mercado global.